Ya lo habían avisado, si el Govern de Cataluña aceptaba las exigencias de los taxistas en huelga indefinida y aprobaban un decreto que obliga a la contratación anticipada de un VTC, abandonarían Barcelona.

Dicho y hecho. Desde esta noche del martes, tanto Uber como Cabify dejan de operar en la ciudad Condal, donde llegaron en marzo de 2018. El Gobierno catalán ha aceptado que un usuario tenga que contratar un coche con licencia VTC una hora antes. Para las empresas de VTC es excesivo, pero los taxistas siguen pidiendo más, quieren que el tiempo sea incluso de 24 horas.

Las compañías de VTC consideran que esta media puede ser el fin de su sector que emplea a, nada más y nada menos, que 3.000 personas en Catalunya.

“Restricciones como el tiempo de espera ponen en riesgo a todo el sector de los VTC en Catalunya”, ha asegurado un portavoz de Uber. “Esperamos sinceramente que las administraciones públicas regulen en favor del interés general. Miles de puestos de trabajo, así como la alternativa de movilidad que usan millones de personas en España, están en juego”, pedían antes de conocerse que la decisión ha sido la contraria y a favor de las reivindicaciones de los taxistas.

Finalmente, los usuarios tendrán que contratar un coche VTC con una hora de antelación. Así se ha acordado en la reunión que ha mantenido el conseller de Territorio de la Generalitat, Damià Calvet con representantes del sector del taxi.