La recta final de la campaña judicial madrileña se ha encendido con un nuevo episodio que vuelve a colocar a Isabel Díaz Ayuso en el centro de la polémica. Su pareja sentimental, Alberto González Amador, deberá comparecer el próximo 10 de abril ante la justicia para declarar por delitos de corrupción en los negocios y administración desleal, en el marco de una causa que se complica a medida que avanza la instrucción.

De fraude fiscal a corrupción: se amplía el cerco judicial

Hasta hace unas semanas, el empresario Alberto González Amador estaba siendo investigado por un presunto fraude fiscal de más de 350.000 euros, cometido entre 2020 y 2021. Sin embargo, la Fiscalía ha solicitado su imputación también por delitos de corrupción en los negocios y administración desleal, tras haber detectado una operativa de desvío de fondos mediante facturas falsas que comprometería no solo a sus empresas, sino también a su posición como administrador de varias sociedades.

La jueza del caso ha atendido esta solicitud y ha citado formalmente a González Amador para declarar el próximo miércoles 10 de abril a las 10:00 horas, en los juzgados de Plaza de Castilla. En la nueva imputación, se le acusa de utilizar su red empresarial para canalizar fondos hacia sociedades vinculadas a su entorno personal, vulnerando los intereses de los socios y utilizando recursos ajenos para su beneficio particular.

Un expediente que apunta más allá del fraude fiscal

El caso ha sido reorientado tras la aparición de nueva documentación intervenida durante el registro de las oficinas del empresario. Según fuentes del procedimiento, se han encontrado correos electrónicos, contratos y transferencias bancarias que demostrarían un “patrón sistemático de apropiación de fondos” y una colaboración con terceros para generar facturación ficticia.

Además, los investigadores sospechan que algunas de las operaciones analizadas podrían estar vinculadas con contratos públicos o adjudicaciones durante los años más duros de la pandemia, si bien este extremo aún está en fase preliminar. La posible relación entre estas operaciones y el entorno político de Díaz Ayuso no ha sido confirmada judicialmente, pero ha avivado el debate público y político.

Ayuso no estará en Madrid cuando declare González Amador

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no estará en España el día que su pareja deba rendir cuentas ante la justicia. Según ha confirmado el Gobierno regional, Ayuso estará de viaje oficial en Quito, la capital de Ecuador, entre el martes 9 y el viernes 12 de abril. Fuentes de la Puerta del Sol aseguran que el objetivo del desplazamiento es “continuar estrechando relaciones institucionales, culturales y económicas con países de Hispanoamérica”, tras sus recientes visitas a Chile y Perú.

El viaje, enmarcado dentro de unas competencias muy limitadas en política exterior para un gobierno autonómico, ha sido programado desde hace semanas. Sin embargo, su coincidencia con la comparecencia judicial de González Amador añade aún más presión a un asunto que ya ha despertado fuertes críticas desde la oposición.

Los giros del discurso de Ayuso para defender a su novio

A medida que la investigación avanzaba, la postura de Isabel Díaz Ayuso ha experimentado giros significativos. Al inicio, cuando se conoció la imputación por fraude fiscal, la presidenta madrileña aseguraba que todo respondía a una "manipulación de una inspección" orquestada por el Gobierno central para perjudicarla políticamente. En aquel momento, Ayuso defendía que su pareja no solo no había cometido fraude, sino que, por el contrario, la Agencia Tributaria le debía a él 600.000 euros en intereses.

El discurso de la presidenta cambió en marzo del pasado año, cuando se filtraron correos entre la defensa de González Amador y la Fiscalía, en los que su abogado proponía un pacto de conformidad. Ante esta nueva información, Ayuso evitó hacer comentarios durante unos días y, poco después, empezó a referirse a su pareja como "un particular", desvinculándose de la situación y alegando que no era su responsabilidad "como presidenta de la Comunidad de Madrid".

Durante meses, la dirigente del PP mantuvo esta línea argumental hasta que en febrero de este año González Amador se presentó por quinta vez en los juzgados de Plaza de Castilla tras haber aplazado cuatro citaciones previas, y decidió acogerse a su derecho a no declarar. Ayuso justificó esta decisión asegurando que su pareja no lo hizo porque no quisiera, sino porque "no puede". En un acto en Extremadura junto a María Guardiola, afirmó que "el embudo en el que le han metido hace imposible que pueda defenderse" y que su silencio respondía a una estrategia recomendada por sus abogados.

Ahora, con la ampliación de la investigación y la imputación de nuevos delitos, Ayuso ha dado un giro más a su discurso, asegurando que este caso "no tiene nada que ver" con su gestión en la Comunidad de Madrid y que ella no tiene "ninguna responsabilidad".

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