El juez que instruye el caso contra la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, ha abierto una investigación por el fallecimiento de un trabajador del departamento de comunicación del Ministerio del Interior, que tuvo lugar el pasado mes de noviembre de 2024. El hombre se precipitó desde gran altura a un patio interior en la sede de la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska. El magistrado asumió la causa al encontrarse de guardia cuando aterrizó en los juzgados el atestado de la Guardia Civil.

Al juzgado de Instrucción número 41 de Madrid llegó el informe de la Guardia Civil sobre una muerte por suicidio en las dependencias del Ministerio del Interior. Juan Carlos Peinado era el juez de guardia y asumió la investigación de las circunstancias que rodearon al fallecimiento de un empleado del departamento de Grande-Marlaska, según informa la Cadena SER. El instructor ya citó a declarar a algunos trabajadores ministeriales, que aseguran que se encuentran a plena disposición del juzgado.

En noviembre de 2024, esta persona se precipitó desde un punto elevado del mismo edificio del Ministerio, sito en el Paseo de la Castellana de Madrid. Se trataba de un trabajador veterano del departamento de comunicación y muy conocido entre los periodistas que siguen la actualidad de la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska desde el año 2018. La cuestión de fondo pivota sobre el proceder del instructor.

Y es que Peinado investiga si en ese contexto laboral, la persona fue relegada, degradada o vaciada de contenido en sus cometidos. Situaciones que pudieron haber generado un estado depresivo que, a la postre, pudiera conducirle a tomar la decisión de acabar con su vida. Durante estos últimos meses, el magistrado ha ordenado diligencias para acreditar si el suicidio estuvo inducido, además de tomar declaración a diversos compañeros del fallecido y el análisis de los dispositivos con los que trabajaba.

El juez instructor abrió diligencias de investigación penal por tal suceso, pero sin notificar el procedimiento a la Fiscalía, quien ni siquiera ha recibido la comunicación de la incoación de la causa, según expone el citado medio de comunicación. Aun con todo, la investigación siguió hacia adelante porque la hermana del fallecido dio el visto bueno a las pesquisas, que ya cuentan con la testifical de cuatro de sus compañeros ministeriales a los que ha interrogado sobre posibles presiones que pudo recibir el hombre, entre otras cuestiones, como el análisis de los dispositivos informáticos que manejaba el finado.

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