Luis Medina, el hijo del duque de Feria y de Naty Abascal, transfirió 280.000 euros del millón de euros que cobró en comisiones por el caso mascarillas de su cuenta en España a Países Bajos, tal y como consta un informe de la Agencia Tributaria que está en el sumario del caso al que ha tenido acceso ElPlural.com. Países Bajos está considerado como paraíso fiscal para determinados asuntos, como son, por ejemplo, los relacionados con sociedades, tan solo dos días después de cobrar la presunta 'mordida'.

El dinero, 912.800, 97 euros, llegó un 30 de marzo desde Malayan Banking Berhad (MayBlank) a la cuenta de Medina. Tan solo dos días más tarde, 93.7000 euros se transfirieron a otra cuenta en el mismo banco a nombre de Luis Medina en Países Bajos. Varios días más tarde, se realizaron otras dos transferencias, tal y como ha adelantado El Periódico de España. El resto de 'fugas' de capitales fueron más o menos por el mismo montante. Lo que faltaba hasta completar la comisión, Medina se lo gastó en dos bonos bancarios de 200.000 euros cada uno, así como en un velero de lujo.

Vaciado de cuentas

Medina, pese a llevarse mucho menos dinero que su socio, Alberto Javier Luceño, ha sido noticia porque, cuando el juez ha tratado de embargar sus cuentas, se ha encontrado con que el noble las había vaciado, dejando dos de ellas con saldo negativo y la tercera con tan solo 247 euros. El magistrado instructor ha tenido que solicitar a las partes personadas que expongan qué creen que habría que hacer. Un vaciado que podría suponer un nuevo delito para el noble, pues podría ser imputado por alzamiento de bienes si se demuestra que sacó el dinero una vez era consciente de que estaba siendo investigado.

El caso mascarillas

Según el escrito de la Fiscalía, Luis Medina fue la persona que contactó con el Consistorio, aprovechando su condición de personaje público y su amistad con un familiar del alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida. Así, se le facilitó el nombre de la coordinadora General de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid, como persona a la que se debía dirigir para concretar los términos de las operaciones.

Según la querella, esta persona era también consejera de la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid. Desde este momento, las negociaciones se llevaron a cabo entre esta persona y Alberto Luceño, quien se presentó como "experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya EEE, a través de la cual se iba a realizar la importación".

Asimismo, aseguró actuar movido por el deseo de colaborar en la lucha contra la pandemia. "En realidad, ni tenía experiencia significativa en negocios de importación ni disponía de fábricas en China, del mismo modo que tampoco era agente exclusivo de ninguna empresa malaya ni actuaba movido por ninguna intención altruista, subraya el escrito de la Fiscalía. Conforme a estas gestiones, se firmaron tres contratos entre la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid como compradora, y la compañía malaya EEE como vendedora para adquirir material sanitario

En concreto, Luceño cobró en total 5,1 millones de dólares en comisiones. Tres de ellos salieron de un contrato para comprar mascarillas FFP2 y los otros dos de la compra de test de antígenos. Además, ocultó parte de estas comisiones a su socio. Por su parte, el hijo de Naty Abascal cobró un millón de dólares del contrato de mascarillas. Sin embargo, no pudieron saquear más las arcas públicas ya que el Ayuntamiento les exigió que devolvieran el dinero que pagaron por 2,5 millones de guantes y tuvieron que renunciar a las comisiones.