Sobreseimiento provisional de la denuncia por un presunto delito de alzamiento de bienes contra la abuela, el padre y la tía de la Princesa de Asturias, Letizia Ortiz. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cangas de Onís ha tomado esa decisión “por no aparecer debidamente justificada la perpetración del delito”.

Deudas de la tía Henar
El asunto tiene su origen en la aventura empresarial de Henar Ortiz, tía de la Princesa, que abrió una tienda de decoración en Oviedo. Henar Ortiz constituyó la Sociedad “Henarmonía, S.C.” de la que era administradora única. Esta sociedad generó una deuda de 22.600,73 euros con la acreedora Sandra María Ruiz Vázquez, que reclamó por vía judicial en marzo de 2.009, más otros 6.780 euros en concepto de intereses y costas.

El juzgado pidió a Henar Ortiz que facilitara una lista de bienes susceptibles de ser embargados para cubrir la deuda, concretamente lo que había heredado por el fallecimiento de su padre que era un parte de la casa en la que reside la abuela de la princesa. Sin embargo la tía presentó una escritura notarial con fecha de 14 mayo de 2009 (posterior al inicio del proceso judicial), en el que consta que los herederos, la abuela María del Carmen Álvarez del Valle, y sus hijos Henar y Jesús Ortiz, aceptaban la herencia paterna pero en el que los hijos cedían a Carmen Álvarez del Valle la totalidad de la herencia, es decir renunciaban a su parte de la casa en favor de su madre, por lo que Henar Ortiz no era propietaria. En agosto de 2009 la tía Henar firmó una hipoteca con la Caja de Ahorros de Galicia.

Hipoteca inversa
Pero además en septiembre de 2004 la sociedad ‘Henar Ortiz Decoraciones’ firmó un crédito con Banif por importe de 120.000 euros, en el que el padre de Letizia Ortiz era el garante. Esa hipoteca era para cubrir las deudas y se puso como garantía la casa de Menchu Álvarez del Valle y en octubre de 2.009 se abonó a BANIF los 132.044,07 euros adeudados. En definitiva, el juez no cree que el padre y la tía de la Princesa pusieran la casa familiar a nombre de la abuela para que no se pudiera embargar la única propiedad que pudiera ser de Henar Ortiz, y la deuda finalmente se pagó.