El obsceno, esperpéntico e inaceptable relato que ha impuesto Francisco Correa (Don Vito) en su comparecencia ante la Sala que juzga los crímenes económicos y políticos de la trama Gürtel está incompleto.

Por lo que sea el presuntamente mafioso Correa obvia nombres políticos sin los cuales no fuera sido posible que Génova 13 fuera “mi casa”. Esto es de Perogrullo. ¿Por qué no lo explicita en sede judicial y ante las cámaras de televisión? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Seguramente lo hará cuando le caigan 30 años de prisión.

Lo de Cámara

Durante la última sesión del juicio Correa aludió a Antonio Cámara como la espoleta que permitió a Mariano Rajoy dejarle sin trabajo en la cúpula nacional del PP. Cámara había sido jefe de Gabinete de José María Aznar y en Moncloa su secretario personal. Resulta que mientras era citado en el juicio de la Gürtel tenía que declarar en el caso de las Black. ¡Qué curioso, no?! Y de qué le venía tanto poder a Antonio Cámara que cobraba con Correa y al mismo tiempo tenía tarjeta de Cajamadrid? ¿Su cercanía a Aznar? Lo ignoro pero el pueblo llano ya ha aplicado el sentido común.

Refundación

Visto lo visto, comprobado lo comprobado, el Partido Popular y sus actuales dirigentes deberían tomar buena nota de lo vomitivo que resulta para el contribuyente en general y sus votantes en particular conocer esos crímenes contra la mera ética política.

No les queda otra salida que proceder cuanto antes a una refundación donde la riada GÜrtel y otros casos se lleve por el desague toda la porquería acumulada durante tantos años. O ponen fin a una época inexportable o simplemente les ocurrirá que desaparecerán. Ya no se trata de ser de derecha, centro o izquierda. Lo que está en juego es la propia dignidad como ciudadanos libres y honestos. No todo vale para obtener el poder.

Es sorprendente que a estas alturas de la democracia y dadas las circunstancias no haya ni un solo líder o medio líder que alza claramente y con rotundidad la bandera de la regeneración y el pase de página.