Inmaculada Iglesias, titular del Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, será la jueza que investigue si abre diligencias e imputa a Nacho Cano por los delitos de favorecimiento de inmigración ilegal, con penas que van desde los dos hasta los cinco años, y contra los derechos de los trabajadores, con sanciones oscilantes entre los seis meses y los seis años de prisión.

Se trata de la misma instructora del caso de Alberto González Amador, pareja sentimental de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de la investigación abierta tras el asesinato a tiros de Borja Villacís, hermano de la otrora vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.

En el caso de Nacho Cano, Iglesias deberá decidir si procede a llamar en calidad de investigado al productor musical, denunciado por las ínfimas condiciones en las trabajan sus personas en prácticas, así como por favorecer la inmigración ilegal aprovechándose de visados de turista para extender su formación. La policía, en un comunicado durísimo, proporcionó al juzgado de Instrucción numerosas pruebas que podrían ser constitutivas de los dos delitos de los que se acusa al artista.

Este procedimiento ha marcado buena parte de la actualidad informativa esta semana. Máxime después de que el productor musical, líder del espectáculo ‘Malinche’, se presentase como una víctima del sistema y un perseguido judicial por sus vínculos de amistad con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Unas acusaciones refrendadas por la propia Ayuso, que, sin cortarse ni un pelo, y tras unas semanas de apagón informativo, acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de atemorizar a ciudadanos como Nacho Cano con prácticas “estalinistas”. "Eso pasa también en la cultura, como en los medios y las empresas. Se ejecutó el atropello en la persona de uno de los artistas que más ha hecho por la música en español, a este y al otro lado del Atlántico. Es, además, uno de los empresarios que más empleo ha dado con sus entradas, su talento, con sus medios y en libertad...", arranca la baronesa popular.

La libertad no puede estar amenazada por las decisiones de ningún Gobierno. Desprestigiar con las herramientas del Estado solo es propio de países que lo han pedido todo, empezando por la libertad", proseguía, aprovechando estas palabras para lanzar un pulso al líder del Ejecutivo. "La presunta detención y la campaña de desprestigio contra él es inaceptable. Su inmenso trabajo, como otros creadores, no puede verse embarrado por la política. La destrucción personal con fines políticos es Estalinismo", sentenciaba entre aplausos.