Un sector de perfil más conservador del Tribunal Constitucional ha solicitado que se abra el debate sobre la condición de diputados de 29 parlamentarios de fuerzas independentistas y de Unidas Podemos. Según publica eldiario.es, esta facción daría por buena una denuncia de Vox sobre las fórmulas usadas durante la toma de posesión que, a su vez, invalidarían desde el nombramiento de Sánchez como presidente del Gobierno hasta el estado de alarma.

El pasado 3 de diciembre se celebró en el Hemiciclo la toma de posesión del acta de diputado en la Constitución de las Cortes. Una sesión en la que, para variar, no faltaron momentos de tensión. 29 diputados de fuerzas como PNV, ERC, JxCAT, Bildu, BNG o Unidas Podemos aderezaron sus fórmulas de acatamiento de la Carta Magna con consignas ideológicas de tinte nacionalista, republicana o, incluso, ecologistas.

 Las derechas pusieron el grito en el cielo mientras estas consignas resonaban en la Cámara. Vox, Partido Popular y Ciudadanos instaron a Meritxell Batet, presidenta del Congreso, que invalidara las fórmulas empleadas por este grupo de diputados, aunque las dio por buenas y el pleno siguió su curso.

Batet justificó su decisión basándose en la premisa de que “política es pedagogía”. De hecho, el líder de la oposición, Pablo Casado, anunció que elevaría su queja al Constitucional. Sin embargo, Vox le adelantó por la derecha y redactó un escrito de amparo ante el Tribunal de Garantías en el que reclamaba la nulidad de todos los procesos parlamentarios adoptados desde ese mismo día de diciembre.

La formación ultraderechista entendía que 29 de los votos contabilizados no se tendrían que haber dado por buenos. Vox, por tanto, pone en entredicho la legitimidad de lo que llevamos de legislatura. Es decir, desde el nombramiento de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno a los actuales estados de alarma.

Según revela eldiario.es, la solicitud de la ultraderecha no llegaría a buen puerto. Sin embargo, Vox ha encontrado un resquicio conservador que atiende a sus súplicas y solicitan a sus compañeros que se ponga encima de la mesa el debate. En declaraciones al citado medio, uno de los magistrados sostiene que los postulados ultras “están encontrando receptividad en la casa”.

A principios de este convulso 2020 recaló el escrito en las instancias del Constitucional, aunque se topó con un atasco monumental debido a que aún no se habían resuelto otros procesos de idéntico calado, aunque vinculadas a la efímera legislatura de 2019. De hecho, estos recursos procedían de PP y Ciudadanos y la misma sala, presidida por el conservador Juan José González Rivas, decidió archivarlos.

El mismo destino se le presuponía al escrito de Vox, pero la historia puede cambiar. Un sector del Constitucional, ajenos a la citada sala, no entendió la decisión de sus compañeros y solicitó la apertura de un debate en una reunión del pleno. Redactaron un escrito con seis firmas para su solicitud y otro en el que pedían lo mismo para abordar las súplicas de Vox.