El informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sobre el tráfico de llamadas del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, entre los 8 y 13 de marzo, día en el que se filtraron los correos a los medios de comunicación del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso, en los que reconocía haber cometido dos delitos fiscales, especifica que García Ortiz no solo no habló con ningún pertiodista esa noche, sino que tampoco cruzó ninguna llamada con nadie del Palacio de la Moncloa, Ferraz o ningún ministerio.

De hecho, la única llamada de un periodista es la de Miguel Ángel Campos a las 21.38, llamada que el fiscal general no atendió ni devolvió, pero que otorga credibilidad a la versión dada por Campos ante el magistrado Ángel Hurtado. Este periodista afirmó haber tenido acceso a esos correos a las cuatro de la tarde, pero que su fuente no le dejaba publicarlo. Que fue tras la publicación del bulo de El Mundo cuando comenzó a realizar llamadas para conseguir el ok para publicar.

Los agentes, a este respecto afirman: "En este sentido, es preciso señalar que, como se va a describir seguidamente, no existe ninguna llamada, ni intento de comunicación con este terminal del fiscal general del Estado, a expeción de ésta, fuera del ámbito de la Fiscalía durante toda la tarde/noche en la que se desarrollan estos acontecimientos, al menos por este medio".

Llamadas con sus subordinados

Así, la llamada a García Ortiz se realiza 20 minutos antes de que el fiscal tuviera en su poder los citados correos. El informe, al que ha tenido acceso ElPlural.com, dice que García Ortiz borró los mensajes de su móvil el día 20 de octubre. Según las fuentes cercanas al fiscal general, Álvaro García realiza esos borrados de forma habitual, pero que los borrados anteriores "obviamente" no pueden aparece. Con quien sí cruzó llamadas el día de la filtración fue con su mano derecha, el teniente fiscal de la Secretaria General Técnica de la Fiscalía General del Estado, Diego Villafañe,así como con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra y la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez.

El informe se ha hecho público unos días después de que Villafañe acudiera al Supremo como imputado en el procedimiento penal abierto por la filtración de los correos electrónicos. Al igual que hizo en su declaración Álvaro García, Villafañe también negó que se filtrara la denuncia de González Amador, y aseveró que él nunca tuvo acceso a los correos del abogado del novio de Ayuso.

La declaración del fiscal general como investigado también fue relativamente corta, menos de hora y media, porque se acogió a su derecho a no declarar con las acusaciones populares, el magistrado Hurtado, así como con el letrado del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid. García Ortiz sí contestó a su defensa, ejercida la Abogacía del Estado, y a la Fiscalía, pero la representante del Ministerio Público decidió no hacer ninguna pregunta. 

El motivo que esgrimió el fiscal general para no contestar a las preguntas que le pudiera querer formular el juez Ángel Hurtado fue que considera que la instrucción del caso es nula, ya que aseveró que las supuestas presuntas pruebas obtenidas lo fueron a través de un "allanamiento", pues fue así como definió la orden de entrada y registro firmada por Hurtado, y ejecutada por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en su despacho de la Fiscalía General del Estado. Una orden que considera ilegal.

Sobre la supuesta pregunta ¿Álvaro lo has filtrado tú? que presuntamente le hizo la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, García Ortiz ha negado la mayor asegurando que "nadie le habla así a un fiscal general". Es más, ha llegado a decir que los correos que se filtraron a los medios también los tenía también Lastra en el momento en que el juez y las acusaciones dicen que se produjo la filtración a los medios de comunicación.