La falangista Isabel Peralta, que este jueves ha sido juzgada por un delito de odio por el discurso racista que profirió ante la embajada de Marruecos, ha protagonizado, antes de empezar el juicio, unos de los momentos más bochornosos que se han vivido en una sala de juicio en años al hacer un símbolo nazi con los dedos a espaldas del tribunal mientras los periodistas hacían lo que se conoce como 'mudo'. Un símbolo que saltó a la fama con la película de Tarantino, Malditos Bastardos, cuando un miembro del equipo de la resistencia es descubierto por un nazi al pedir tres cervezas utilizando una fórmula con los dedos que no es la que utilizaban en Alemania. De hecho, este gesto se ha puesto muy de moda entre los nazis españoles que lo consideran como señal de lealtad hacia el nazismo.

El Schwurhand es el gesto de la mano que se utiliza tanto en Alemania como en varios países vecinos, y que se asocia a un juramento. Se hace con la mano derecha con el pulgar elevado así como el índice y el corazón extendidos mientras que el anular y el meñique se mantienen flexionados. De hecho, este símbolo fue utilizado por soldados alemanes del Reichswehr para jurar su lealtad a Hitler en 1934.

Peralta y su relación con el nazismo

La relación de Peralta con el nazismo y sus postulados saltó a la fama en 2021 participó con un encendido discurso en el homenaje a los Caídos de la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial. Un marcado discurso antisemita que le hizo pasar de ser una desconocida estudiante de historia de la Universidad Complutense de Madrid a firme defensora del Holocausto.

 "El enemigo, que siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras. El judío es el culpable y la División Azul luchó por ello", sentencias como esta son las que llevaron a la joven activista hacia el centro del foco mediático.

De Madrid a Dusseldorf

Tras su salto a la fama, el partido neonazi Der III Wegle ofreció trasladarse durante diez meses a Dusseldorf (Alemania), una de las zonas más afines a ellos para estudiar técnicas de propaganda y combate, tras lo cual regresaría de vuelta a España.

No obstante, esta visita al país germano no ha sido la única que Peralta ha realizado. El pasado marzo de 2022, la activista fue detenida y expulsada del país después de que la policía federal de Frankfurt encontrase simbología nazi dentro de su maleta en el aeropuerto, concretamente, se trataba de un llavero y una bandera con la esvástica y el libro escrito por Adolf Hitler, Mein Kampf.

El Código Penal alemán prohíbe expresamente la simbología nazi, donde se incluyen esvásticas, el saludo hitleriano o el himno del partido nazi, entre otros. Cabe recordar que el país no ha cesado en su persecución de ilegalizar cualquier signo de nazismo, así como organizaciones xenófobas y racistas. Por este motivo, las autoridades de Frankfurt han devuelto a Peralta a España y, en consecuencia, avisaron a sus homólogas alemanas que la esperaban fuera del aeropuerto, según detalló en su momento el diario Der Spiegel. Peralta alegó entonces que estaba estudiando historia y que estaba interesada en el nazismo, aunque le rotativo cuestiona el por qué la falangista suele hacer "el saludo hitleriano en público".

El veto alemán a la joven ultraderechista

Alemania ha prohibido la entrada de la joven al país de por vida. La autoridad policial de la república federal considera revocar el derecho de Peralta para recorrer el espacio Schengen por promover un mensaje "fascista antisemita con una intensidad aún mayor".

De hecho, la ultraderechista no podrá cruzar las fronteras ni residir en el país germano a no ser que recurra a los tribunales para intentar sortear la restricción. Para ello, Peralta tendrá que demostrar que "no es una amenaza para la seguridad y el orden público en Alemania".

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