En la residencia de mayores de Paiporta fallecieron seis ancianos el 29 de octubre como consecuencia de la DANA. Habrían sido muchos más de no ser por la actitud heroica de los 15 trabajadores que estaban aquella tarde, y que hicieron una cadena humana para poder subir a la primera planta a las personas que estaban en la planta baja. Pero pese a sus esfuerzos, no lograron salvarlos a todos. Aunque si hay algo que llama la atención es que la única información que se envió desde el Gobierno de Carlos Mazón a través de la Conselleria de su vicepresidenta, Susana Camarero, no solo era errónea ya en el momento de ser enviada, sino que a esa residencia ni tan siquiera llegó.

En un informe enviado por el director de la residencia de Paiporta de Savia, Alejandro Monterrubio, y al que ha tenido acceso ElPlural.com, se especifica: “Según el Protocolo de Actuación en caso de Alerta Meteorológica por lluvias en centros de día y Residencias de personas mayores (de 25 de junio de 2024), que la Dirección General de Dependencia y de las Personas Mayores remitió a las 9.52h a varios centros residenciales (no al de Paiporta) la alerta activa en la zona de Paiporta a las 7:45 h era NARANJA y no había ninguna emergencia activa”. Cuando enviaron ese correo, por cierto el único de la jornada, a las 9:52, la Aemet ya había cambiado a alerta roja. Así, desde la Conselleria de la vicepresidenta de Mazón no se avisó del cambio a alerta roja en ningún momento, tal y como consta en el informe.

Relato de heroísmo y terror

El relato de lo sucedido aquella tarde mezcla, el heroísmo de los trabajadores, con el terror total y absoluto que se vivió entre aquellas cuatro paredes. Dice el informe que, sobre las 19.30 horas aproximadamente, unas trabajadoras del centro que habían acabado su turno y estaban en el aparcamiento cogiendo su coche observan que a lo lejos hay como “un mar en calma” y, de repente, ven como “el agua empieza a entrar por el muro de la residencia y empieza a invadirlo todo”. Nada más entrar empiezan a gritar “todo el mundo arriba”, y todo el personal se moviliza para subir a las personas usuarias por las escaleras principales.

Instantes después, describen cómo “se oye un estruendo como consecuencia de que el agua ha “estampado” los coches contra la puerta del centro cercana a la sala 3, arranca la puerta y empieza a entrar un “tsunami” de agua. Escasos minutos después el personal del centro afirma que el agua dentro del centro ya les llegaba por las rodillas”. También dice ese informe que la primera comunicación oficial del riesgo de inundación llegó a las 20:11 horas a través del sistema ES-Alert a los móviles de todos los habitantes de la provincia de Valencia cuando el Centro Savia Paiporta estaba completamente inundado”.

Para poder rescatar a los ancianos, “los trabajadores se dividieron en función de la sala en la que estaban para empezar a subir a las personas usuarias. Llegaron a hacer una cadena entre ellos para agilizar la subida. Describen que la corriente era muy fuerte, descolgaron una puerta para llevar a algunas personas usuarias hacia la escalera, también los movieron desde los sillones relax, subieron a personas usuarias a mesas, etc. porque facilitaba el desplazamiento. En un momento dado la fuerza y el nivel del agua y lodo, así como la corriente existente impidieron a los profesionales seguir accediendo a la sala 3 para salvar la vida de cuatro personas que quedan en dicha zona”. Esas personas eran Hipólita, Vicente, Andrés e Isabel. Los cuatro fallecieron ahogados peses al titánico esfuerzo de los trabajadores.

Asimismo, “dos personas usuarias que se encontraban en la sala 2 y resultaron fallecidas fueron desplazadas en sus sillones por la fuerza de la corriente de agua. De hecho, una de ellas resultó arrastrada fuera de la sala, encontrándose su cuerpo al día siguiente por la Guardia Civil en unos campos alejados del Centro”, eran Manuel y María Amparo.

Las llamadas de socorro y aviso a la consellera

Los trabajadores del centro de Paiporta intentaron avisar de lo que estaba sucediendo. Asevera el informe: “En cuanto el agua invade el Centro, consta: intento continuo de comunicación con los bomberos y protección civil tanto desde el Centro como por parte del personal de Savia que estaba fuera del centro apoyando en la gestión de la situación, informan que daba error la llamada”.

“También se solicita ayuda de los bomberos y protección civil a través de contactos personales, así como a través de las autoridades. Así, consta comunicación telefónica entre Savia y la Dirección General de Infraestructuras Sociosanitarias de la Comunidad Valenciana, informando de la situación y solicitando urgentemente ayuda. Dichas autoridades se interesan por la situación, y afirman haber trasladado la urgencia a quien corresponde. Asimismo, constan llamadas de la vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda a la psicóloga del centro, quien afirma haberle manifestado que lo que necesitaban era ayuda y le va informando de la situación en el centro”.

Una ayuda que no llegó hasta las tres y media de la madrugada según explica el director de la residencia cuando aparecieron caminando en el Centro tres personas de la Unidad Militar de Emergencia para examinar la situación. “Al rato se marchan y acuden cuatro personas de la Unidad Militar de Emergencia que examinan nuevamente la situación en el Centro y deciden llevarse al hospital a una chica que había logrado llegar al Centro para resguardarse. No se llevan a una persona usuaria que había sufrido esa madrugada una broncoaspiración, ni a una persona usuaria que había sufrido una caída pues consideraban que el Centro lo tenía “controlado”. Después de las personas de la Unidad Militar de Emergencia apareció un comandante de la guardia civil que permaneció durante un tiempo en el Centro ofreciendo su apoyo”.

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