En poco más de una semana, llegará una de las citas clave en el proceso judicial del caso Koldo. El 12 de diciembre es el día fijado para que el que fuera ex mano izquierda de Pedro Sánchez en el PSOE y en el Gobierno desfile ante el magistrado que instruye la causa. Cabe señalar que la formación socialista ya actuó el pasado mes de marzo con premura para depurar sus “responsabilidades políticas y tramitar su expulsión del partido”. Prueba de ello, es su paso al Grupo Mixto, pero al margen de su situación política, el diputado valenciano, según ha publicado El Mundo, está deseoso de contar su versión; de hablar, de defenderse y “desmontar lo que dice la UCO, el fiscal y Aldama en la Audiencia Nacional”.

Con esos ánimos, caldea Ábalos su comparecencia ante el juez que instruye la causa en el Supremo, Leopoldo Puente, quien acordó fijar la declaración voluntaria del ex ministro de Transportes para el jueves 12 a las 10 de la mañana. El ex secretario de Organización del PSOE, que insiste en que ni está formalmente expulsado -ha recurrido- ni está imputado en el caso de manera oficial -al menos no hasta que el Congreso reciba y tramite el suplicatorio-, se ha adelantado a los pasos del magistrado y reclamó su declaración voluntaria porque tiene ganas de contestar y exponer su versión de los hechos sin cortapisas.

Así se lo ha hecho saber al diario El Mundo, que en conversaciones con el citado medio exclamaba que “por fin” le dejaban hablar. “Después de muchos intentos”, apostillaba el parlamentario del Grupo Mixto. El diputado valenciano abordará su testifical de una manera distinta -quizás- a lo que cabría esperar y actuará contra la Guardia Civil, la versión del fiscal y la expuesta por Víctor de Aldama en aquella altisonante declaración motu proprio. “Me voy a limitar a desmontar lo que dice la UCO (Unidad Central Operativa del cuerpo), lo que dice el fiscal y lo de Aldama en la Audiencia Nacional.

Todo en cuarentena

Este último punto es crucial en el avance de la investigación, dado que declarará cuatro días antes de que lo haga el comisionista de la trama, quien hace semanas apuntó a Ábalos en su declaración ante la Audiencia y le indicó que había entregado al entonces ministro unos 600.000 en concepto de comisiones. En este sentido, habida cuenta de la versión expuesta por el empresario y “delincuente confeso” a ojos del PSOE y ante la imposibilidad de citarlo en calidad de imputado por su condición de aforado, le concedió la oportunidad de declarar de manera voluntaria para reforzar su derecho a la defensa.

El exministro tiene previsto hacerlo en cualquiera de los casos. Está animado a contestar a todo cuanto el magistrado ponga sobre la mesa. Por eso, se ha abierto a replicar a las cosas que  “infiere” la UCO en sus informes, así como las acusaciones del empresario, que ha salido de la cárcel tras sus incendiarias palabras ante el magistrado de la segunda de las causas que tiene abiertas de Aldama; la de los hidrocarburos. “Voy a desmentirlo todo”, replicaba el ex ministro de Transportes al citado medio de comunicación.

Así, Ábalos podría generar un marco previo de no agresión con el empresario y conseguidor principal de la trama, aunque al haber declarado antes que él y no poder responder a lo que pueda verbalizar el 16 o a adherir su versión a la ofrecida por Koldo García Izaguirre, ha decidido hablar y hacerlo sin ningún tipo de rodeo.

La versión de la UCO

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil dibuja a Ábalos como uno de los actores principales de esta trama, concediéndole un “papel relevante y de responsabilidad” en toda la red de presunta corrupción que giraba sobre su mano derecha, Koldo García. Los investigadores del Instituto Armado entienden que Aldama hacía de enlace con el Ministerio que dirigía el propio Ábalos con la creación de “estructuras societarias que operan bajo su control y dirección”.

Sociedades que, en el fondo, no sólo le reportaban beneficios directos en el apartado económico derivados de la “penetración en el Ministerio”, sino que también los destinaban al “pago ilícito o de dádivas en aras de asegurar la complicidad con ciertos trabajadores públicos. Sin embargo, en los últimos meses, Ábalos ha pugnado por ofrecer su versión ante el juez, siendo denegada su personación como perjudicado en la causa el pasado mes de septiembre, tras la auditoría efectuada por Óscar Puente, ministro de Transportes actual. También lo intentó en noviembre, como paso previo a solicitar una declaración voluntaria que está a la vuelta de la esquina.