En la frontera entre la provincia de Burgos y la comunidad de Cantabria se encuentra El Escudo, un puerto de montaña a unos 1.000 metros de altitud desde el que se puede dominar el embalse del Ebro. En este enclave se halla la única pirámide de España, la conocida como ‘Pirámide de los Italianos’, que será derribada por contradecir la memoria democrática al ser un monumento edificado en homenaje a los casi 400 soldados italianos que lucharon con el bando franquista en la batalla de Santander. 

Esta tétrica construcción funeraria se ubica en el kilómetro 92 de la carretera nacional N-623 de Santander a Burgos, en el límite entre ambas provincias y aunque depende del burgalés Valle de Valdebezana, se encuentra más cerca de Cantabria. Allí, se erige una pirámide de 20 metros de altura con estructura de cemento forrado con placas de caliza. Popularmente, se la denomina la “pirámide de los italianos”. Su construcción data de finales de la Guerra Civil española y se edificó en honor a los militares fascistas italianos enviados por el Duce y que fallecieron en la batalla de Santander.

Aplicación de la Ley de Memoria Democrática

El Gobierno de Pedro Sánchez ya ha dejado claro que será uno de los símbolos franquistas que la nueva Ley de Memoria Democrática no permitirá que se mantenga. Eso implica, con mucha seguridad, su demolición futura. De esa manera, lo previsible es que desaparecerá del paisaje donde se halla, a pesar de que el alcalde de 'naranja' de Valdebezana, abogue por no destruirla.

Franco mandó construir la pirámide

La única pirámide de España se construyó tras el envío de legionarios italianos contra la República en ayuda de Franco y las tropas sublevadas. El objetivo fue rendir homenaje a los miles de soldados fallecidos. Los soldados italianos que caían en combate se enterraban en cementerios de manera provisional y al cadáver se le ataba una chapa identificativa. Para reubicarlos, Franco mandó construir la pirámide, inaugurando este mausoleo el 26 de agosto de 1939, para hacerlo coincidir con la victoria de los sublevados en la batalla de Santander. Al acto de inauguración asistieron altos dirigentes de ambos países y curiosamente, dos cuñadísimos, el yerno de Mussolini y ministro de Asuntos Exteriores italiano, el Conde Ciano, y Ramón Serrano Suñer, ministro de la Gobernación y cuñado de Franco.

Un cementerio para casi 400 cadáveres

La pirámide fue discriminatoria en la ubicación de los fallecidos. De los 384 cadáveres que se enterraron, en la cripta se depositaron los de 12 de oficiales italianos y el resto, 376, en el campo, en el entorno del monumento. Cada tumba contaba con una cruz y la identificación del enterrado. Dentro de la pirámide se instalaron 300 nichos de carácter simbólico con una placa con el nombre del soldado y su ubicación fuera.

Pirámide 'maldita'

La propiedad del enclave conmemorativo era del gobierno italiano. Habitualmente, recibía visitas organizadas por familiares de los soldados. El 19 de mayo de 1971 aconteció un fatídico hecho tras despeñarse en el Puerto del Escudo un autobús militar con 50 familiares provenientes de Roma, con un triste desenlace de doce fallecidos, por lo que se ganó el calificativo de pirámide 'maldita'; así como al lugar del accidente se le denominó la "curva de los italianos". A partir de ese momento, el Gobierno italiano, cansado además del abandono de la pirámide por parte del régimen franquista, decidió exhumar los cadáveres y regresarlos a Italia, aunque 116 fueron enterrados en la Iglesia de San Antonio de Padua en Zaragoza.

Deteriorado, sucio y grafiteado

Los sucesivos gobiernos franquistas sumieron aún más en el abandono y dejadez a la “pirámide de los italianos” quedando muy deteriorado, sucio y grafiteado. Franco, tanto en este caso como en otros, no quería hacer especial énfasis en la ayuda decisiva que durante la guerra recibió del nacionalsocialismo y del fascismo italiano para personalizar en él “su victoria sobre el comunismo”.

La puerta de la pirámide posee una gigantesca “M” que, equivocadamente, se atribuye a la inicial del apellido del Duce pero que, en realidad, se debe a la palabra “Moritorio”, que en italiano significa "cementerio”.

Tras dejar el Gobierno italiano la propiedad, la zona y el propio monumento pasó a ser de la Hermandad de la Rivera, integrada por 9 pedanías de Valdebezana.

Demolición o resignifcación

Recientemente, un diputado de Compromís preguntó al Gobierno sobre el futuro de la pirámide una vez aprobada la Ley de Memoria Democrática. El Ejecutivo respondió por escrito que la “pirámide de los italianos” será incluida en la relación oficial de monumentos franquistas a los que se les aplicará la nueva norma ley. Es previsible, por tanto, que está abocada a su demolición o se busque otra salida, como podría ser su resignificación.

El alcalde de CS quiere que se mantenga la pirámide

El alcalde del Valle de Valdebezana, Juan Carlos Díaz, miembro de Ciudadanos y que accedió al cargo tras una moción de censura al anterior regidor del PP, no está de acuerdo con la eliminación de la pirámide franquista y aboga por su mantenimiento con otro significado que el de su origen. Cree Díaz que “sería una auténtica barbaridad y un despropósito derribar la pirámide de los italianos ya que se trata del único monumento funerario de esas características en España y el lugar más visitado del municipio”. Hay otras opiniones que defienden que se convierta en un centro de interpretación sobre la guerra. El Gobierno central y la Ley de Memoria Democrática, tienen la palabra.