El entierro de la reina Isabel II del Reino Unido se producirá 11 días después de su muerte este jueves, el próximo lunes, 19 de septiembre, aunque todavía la fecha no está confirmada oficialmente. El periodo de luto hasta entonces se prevé lleno de simbolismos por el protocolo que la Casa Real tenía planeado desde hace décadas ante la muerte de la exjefa de Estado británica.

En el plan trazado por la institución monárquica, al que denominó Operación London Bridge, se encuentran implicados varios actores públicos, como los gobiernos elegidos desde entonces, el Parlamento del Reino Unido, las Fuerzas Armadas británicas y la propia Isabel II. Antes de su funeral, tres días antes, se instalará una capilla ardiente abierta al público durante 23 horas al día en el salón del palacio de Westminster, donde se encuentra ubicado el órgano legislativo del país.

Después de esta despedida multitudinaria para aquellas personas que tengan el deseo de despedirse de Isabel II, se celebrará una ceremonia en la Abadía de Westminster ubicada en Londres. Este evento será el primero tras 262 años, desde 1760, cuando tuvo lugar allí el último funeral de un monarca inglés.

Durante ese mismo día, a las 12 horas, el Palacio de Buckingham ha convocado dos minutos de silencio en todo el país y, después del servicio de una hora, saldrá una gran procesión ceremonial que acompañará el ataúd de la madre del nuevo rey Carlos III hasta Hyde Park. Allí, el féretro de Isabel II será trasladado del carruaje de armas al coche fúnebre estatal, con el que se desplazará hasta Windsor.

Asistencias al funeral

Después de una procesión por esta localidad próxima a Londres, tendrá lugar un servicio de compromiso en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor durante el que se trasladará el ataúd a la bóveda real. Después de esta última despedida a la monarca británica, los restos mortales de Isabel II serán enterrados en una tumba preparada en la cripta real del mismo lugar, donde serán emplazados junto a su padre, el rey Jorge VI; su hermana, la princesa Margarita; y su esposo, Felipe de Edimburgo, quien falleció hace poco más de un año, en abril de 2021.

El día de antes del funeral, Carlos III recibirá a las familias reales y dirigentes internacionales que acudan al evento. La ocupación habitual de la Abadía de Westminster es de 2.200 personas, pero se calcula que se pueden añadir más asientos hasta alcanzar una cifra que supera los 8.000 asistentes, tal y como se consiguió llevar a cabo el día de la coronación de Isabel II.