El teólogo brasileño y exfraile franciscano Leonardo Boff / EFE-Archivo



El arzobispo de Boston, Sean O'Malley, es el más adecuado y preparado para liderar la reconstrucción de la Iglesia católica como nuevo Papa, aseguró hoy el exfraile franciscano y teólogo brasileño Leonardo Boff, uno de los referentes de las corrientes aperturistas y sociales en el seno católico. "Ese cardenal (O'Malley) tiene todas las características para liderar un nuevo tipo de Iglesia, la Iglesia del tercer milenio, una Iglesia que puede ser globalizada", afirmó Boff en una entrevista telefónica en el segundo día del cónclave para elegir al Papa que sucederá a Benedicto XVI.

"Franciscano de hábito y sandalias"
"El mensaje que surge en el cónclave es que es necesario reconstruir la Iglesia, una Iglesia que en las actuales circunstancias no tiene sentido evangélico y rema contra la historia", aseguró el exfranciscano, una de las figuras de la Teología de la Liberación, que defiende la necesidad de una Iglesia católica más comprometida con los pobres.
Boff prefiere a O'Malley, estadounidense de origen irlandés y miembro de la orden de los Frailes Menores Capuchinos, por su sencillez, por su opción por los pobres, por su dedicación como misionero en América y por la forma como afrontó los graves problemas que le originaron a la Archidiócesis de Boston los escándalos de abusos sexuales por parte de sacerdote.

"Se trata de un franciscano que se formó en literatura española y portuguesa; habla las dos lenguas de la región en que vive la mayoría de los católicos y trabajó con los pobres", afirmó. Boff dijo que no teme "arriesgarse a profetizar" que O'Malley, de 68 años, será el nuevo Papa y adoptará el nombre de "Francisco I". "Creo que el Espíritu Santo dio una señal de cómo tiene que ser el nuevo Papa al colocar en el cónclave, en medio de tantos cardenales vestidos de príncipe e investidos de poder, a un franciscano de hábito y sandalias", afirmó.

Importante para "recuperar la credilidad perdida"
Según Boff, que hace dos décadas se vio obligado a colgar los hábitos por sus discrepancias con el Vaticano, el arzobispo de Boston destaca por ser el único que, en pleno invierno en Roma, entró al cónclave con sandalias y sin medias. "Se trata de una persona muy vinculada a los pobres porque trabajó mucho tiempo en América Latina y el Caribe, siempre en medio de los pobres. Es una señal de que puede ser un Papa diferente, un Papa de una nueva tradición", afirmó el teólogo.

O'Mally, que se destacó por rescatar la Archidiócesis de Boston de la crisis financiera y moral causada por los sacerdotes pederastas, recibió en 2010 el encargo de Benedicto XVI de hacer también una limpieza en Irlanda, donde inició la reconstrucción de una Iglesia devastada por los mismos problemas de abusos sexuales. "En una crisis como la actual de la Iglesia, se trata de una figura importante para recuperar la credibilidad perdida", afirmó Boff.

"Si se ponen los anteojos del poder lo van a ignorar"
Aunque admitió que el arzobispo de Boston no está en los primeros lugares en las listas de "papables", se mostró seguro de que "va a llamar la atención de los demás cardenales durante las discusiones en el cónclave". "Si los cardenales tienen ojos para ver con la fe podrán verlo, pero si se ponen los anteojos del poder lo van a ignorar", afirmó.