La Asociación Española de Bolsas de Nicotina (ABN) se ha presentado oficialmente en Madrid como la primera entidad que representa en España a fabricantes y distribuidores de productos de nicotina oral sin combustión. La organización, integrada por más de cuarenta compañías europeas y miembro de la red internacional GINN, nace con el propósito declarado de “representar al sector, promover buenas prácticas y contribuir a la creación de un mercado regulado, seguro y responsable”.

Durante el acto, su presidenta, Mónica Andrade, defendió la necesidad de un marco legal coherente con el entorno europeo. “Nuestro mensaje es claro: regular en lugar de prohibir. España necesita una regulación e información coherentes, basadas en datos y no en ideología, que garanticen el acceso a estos productos únicamente a adultos y permitan al sector operar con seguridad jurídica”, afirmó. Andrade insistió además en que “queremos ser parte de la solución. Esto implica autorregulación, responsabilidad corporativa y una disposición total al diálogo con la Administración”.

Un mercado aún incipiente condicionado por la ausencia de regulación

La ABN subraya que las bolsas de nicotina constituyen una categoría en expansión en Europa y Estados Unidos y que, aunque en España todavía están en una fase inicial, cuentan con un amplio margen de crecimiento entre consumidores adultos que buscan alternativas sin tabaco, sin combustión y sin inhalación. Se trata de un uso exclusivamente oral que libera nicotina de manera progresiva, un modelo que, según el sector, podría desarrollarse de forma más segura si existiera un marco regulatorio propio.

La asociación advierte de que la falta de regulación está generando incertidumbre y facilitando la aparición de un mercado no controlado, y expresa una preocupación directa por la propuesta del Ministerio de Sanidad para modificar el Real Decreto 579/2017 y fijar un límite máximo de 0,99 mg de nicotina por bolsa. Según la nota de prensa, esta medida, descrita por el propio ministerio como “una prohibición de facto”, situaría a España fuera de los parámetros europeos, donde los límites vigentes suelen ser mucho más altos.

Protección de menores, control de calidad y comunicación adulta

La presentación de la ABN vino acompañada de la publicación de su primer documento de principios y códigos de conducta, una propuesta de autorregulación sectorial que aspira a servir de base para futuros estándares regulatorios en la categoría. En este texto, la asociación recuerda que los productos de nicotina “están diseñados exclusivamente para adultos” y que los miembros se comprometen a “garantizar que solo adultos en edad legal puedan adquirir estos productos”. El documento establece también que los fabricantes deben mantener “los más altos niveles de calidad, fabricación y seguridad dentro de la industria”, y que las formulaciones no pueden incluir vitaminas, minerales ni sustancias que sugieran beneficios para la salud, además de descartar ingredientes como la cafeína o la taurina.

El código exige un diseño y empaquetado responsable, con advertencias sanitarias y una estética que no resulte atractiva para menores. En el archivo se indica de forma expresa que “los diseños no deben basarse en juguetes o juegos, ni incorporar elementos de gaming”. Lo mismo ocurre con los sabores, cuyos nombres deben orientarse únicamente a adultos y evitar cualquier vinculación con productos o referencias juveniles.

En materia de comunicación comercial, el documento obliga a dirigir la publicidad “exclusivamente a adultos en edad legal” y establece que los miembros deben asegurar un uso responsable de redes sociales, evitando cualquier contenido o interacción que pueda llegar a menores. La asociación incorpora también compromisos medioambientales y solicita a sus compañías adoptar prácticas sostenibles que garanticen una correcta eliminación y reciclaje de los productos.

El texto dedica otro bloque a las prácticas de venta, donde se subraya la necesidad de actuar con transparencia, ofrecer información clara al consumidor y aplicar verificaciones estrictas de edad tanto en tiendas físicas como en entornos digitales. También reivindica el papel de la educación pública, ya que los miembros “apoyarán los esfuerzos de ABN para educar a los consumidores sobre el uso adecuado de los productos de nicotina novedosa, destacando riesgos y beneficios como herramientas de reducción de daño”.

Una industria que busca encajar en el futuro marco regulatorio

Con esta presentación, la ABN aspira a consolidarse como interlocutor sectorial frente a un debate regulatorio que se ha intensificado en los últimos meses. La entidad insiste en que el sector quiere operar con reglas claras, seguridad jurídica y estándares basados en evidencia científica, y que esta autorregulación demuestra su disposición a anticiparse a las futuras normas que apruebe el Gobierno sobre las alternativas sin humo y los nuevos productos de nicotina dirigidos exclusivamente a adultos.