El día 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas. El Instituto Earthwatch declaró que las abejas son el ser vivo más importante del planeta. La polinización de estas tiene un gran impacto en el medio ambiente y ayuda a mantener la biodiversidad y los dinámicos ecosistemas de los que depende la agricultura. Las abejas son esenciales para nuestra supervivencia y están en peligro de extinción. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el 70% de la agricultura mundial depende exclusivamente de estos pequeños insectos.

La desaparición de las abejas está creciendo a gran velocidad y estudios recientes confirmaron que alrededor del 90% de la población de las abejas desapareció en los últimos años. El uso de tóxicos, el avance de la industrialización, la pérdida de hábitats o el cambio climático son los motivos principales que están acabando con ellas. Si la extinción de las abejas continúa avanzando muchos alimentos básicos como el café, las cebollas o las manzanas, desaparecerán de los mercados. Además de realizar la polinización, las abejas son parte de la base de la cadena trófica, es decir, son el alimento de otros mamíferos, por lo que la cadena alimenticia podría derrumbarse.

Greenpeace ha calculado que el valor económico de la polinización para la agricultura es de 265.000 millones de euros anuales en todo el mundo: “La solución definitiva es la adopción de la agricultura ecológica como única vía para una producción de alimentos respetuosa con el planeta”. Además, la Comisión Europea ha lanzado un paquete de medidas para frenar el declive de los polinizadores en la UE, que incluye un proyecto para detectar la cantidad de pesticidas utilizados y un plan de acción para conservar y gestionar los hábitats más amenazados.