La guerra contra el tabaco lleva varios años en marcha a lo largo de todo el mundo. A partir de 2020, el Ayuntamiento de Bruselas multará con 200 euros a aquellas personas que tiren las colillas de los cigarros al suelo. Actualmente la sanción es de 50, según ha precisado Facua, organización de Consumidores en Acción. La medida, que multiplicará por cuatro el importe económico de la multa, persigue el objetivo de concienciar y reducir la emisión de este material contaminante.

El consistorio también aumentará el número de agentes antitabaco que recorrerán las calles de la ciudad, de seis a nueve agentes. Y, además, pondrá en marcha una campaña de sensibilización y la instalación de más ceniceros urbanos.

Esta medida del Ayuntamiento de Bruselas se suma a la ya puesta en marcha por el Ayuntamiento de Lisboa, capital de Portugal, donde tirar los restos del cigarrillo al suelo puede tener un coste de hasta los 1.500 euros. Y aunque en esta iniciativa sea uno de los primeros países en implantarla, Bélgica no es un país modélico en el combate contra el tabaco, ya que fue el último Estado de la Unión Europea en subir la edad legar para comprar tabaco de 16 a 18 años.

Además, Bélgica impondrá nuevas restricciones: las tabaqueras deberán unificar sus paquetes a uno neutro de color oscuro para hacerlos menos atractivos. Esta medida ya se experimentado con éxito en países como Australia, Nueva Zelanda o Francia. También se prohibirán los cigarrillos mentolados por su especial atractivo para los fumadores más jóvenes.

Este conjunto de medidas aparecen tras la advertencia de la Comisión Europea del daño medioambiental que causan las colillas, ya que tardan 12 años en descomponerse y solo el filtro de un cigarrillo puede contaminar entre 500 y 1.000 litros de agua.