Las autoridades hospitalarias han confirmado que el disidente y nobel de la Paz chino Liu Xiaobo ha muerto este jueves a los 61 años de edad. Xiaobo sufrió este mismo martes un fallo multiorgánico, mientras las autoridades se seguían negando a permitir que su familia busque ayuda médica en el extranjero.
El hospital donde estaba ingresado en el norte del país detalló en un comunicado que Liu, sufría de infección abdominal, peritonitis, disfunción orgánica y choque séptico, un estado anormal que podía causar la muerte, como al final así ha ocurrido.
El disidente estaba recibiendo un tratamiento contra la infección y de apoyo a las funciones orgánicas, y los médicos estaban dedicando todos sus esfuerzos para salvar su vida, añade el centro hospitalario.
Críticas de la comunidad internacional
Las últimas noticias del estado del disidente chino, y el trágico final, se han producido entre críticas de la comunidad internacional, después de que doctores de EEUU y Alemania pudieran ver a Liu este pasado fin de semana y contradijeran la versión oficial al señalar que el nobel podía viajar al extranjero.
La embajada de Alemania en Pekín se quejó la noche de este lunes de que las autoridades grabaran los encuentros entre los especialistas y el disidente sin el consentimiento de la parte alemana, y posteriormente filtraran a medios chinos algunas de estas imágenes seleccionadas cuidadosamente.
El diario oficialista Global Times utilizó uno de estos vídeos para argumentar en un editorial que "fuerzas extranjeras" están utilizando el caso de Liu Xiaobo con fines políticos y aseguró que China no iba a ceder ante la presión internacional.
Quería dejar China
Bao Tong, el líder comunista chino depuesto en 1989 por apoyar a los manifestantes que pedían democracia en Pekín, publicó en Twitter que Liu había expresado a un amigo su deseo de dejar China el pasado domingo, ya que aseguró que prefería morir "en un país libre" y que su mujer debería vivir "en un país libre".
El renombrado disidente e intelectual fue ingresado en un hospital bajo fuertes medidas de seguridad a principios de junio, después de que fuera diagnosticado de cáncer de hígado en estado terminal tras casi 9 años en prisión.
Liu fue condenado en 2009 a 11 años de prisión por "incitar a la subversión", tras haber ayudado a redactar un manifiesto político que pedía al régimen comunista reformas democráticas.