El Ministerio de Interior ha registrado más de 50 muertes en los nueve primeros meses del año a causa de los disparos de cazadores en los montes, tal y como respondió a la cuestión parlamentaria del senador de Compromís Carles Mulet.

Unos datos terribles que indican que más de 600 de personas han resultado heridas o tiroteadas, con mayor o menor gravedad, tras los disparos ocasionados por los cazadores entre el 1 de enero y el 6 de septiembre de 2020, teniendo en cuenta los tres meses de confinamiento y la desescalada, donde la movilidad para desplazarse estaba prohibida.

Los datos que expone el Gobierno, sin incluir a Catalunya y Euskadi, porque tienen cedidas las competencias en seguridad ciudadana, señalan 554 personas heridas y 51 fallecidos.

Las comunidades que encabezan esta lista son Castilla-La Mancha y Andalucía, con 166 heridos y 12 muertes en el primer caso y 122 y nueve en el segundo. Asimismo, Castilla y León registra 73 heridos y seis muertes.

La caza pone “en evidencia esa imagen idílica”

Por su parte, el senador considera que “son cifras oficiales que resultan escandalosas, y más en un año en el que la gente ha estado varios meses encerrada”, en consecuencia, “esto pone en evidencia esa imagen idílica que presenta la caza como algo que casi es necesario y que no tiene ninguna repercusión negativa. Se trata de una actividad con una elevada siniestralidad que debería estar mucho más regulada”.

"Es quien practica una actividad peligrosa por emplear armas quien tiene la obligación de respetar las zonas públicas y de evitar situaciones de riesgo para el resto de las personas", explica Ecologistas en Acción, que acaba de impulsar un Manual para defender tus derechos en la naturaleza ante el incremento de “los incidentes que esta actividad provoca sobre quienes pretenden disfrutar de forma pacífica del medio natural” con el inicio de la temporada del mes.

Aunque esto no siempre sucede. Normalmente, en los montes existen carteles, señales y vallas que “instan al paseante o a la ciclista a tener puesto un ojo en el camino y otro en el cazador, cuando la normativa exige que sea al revés”, señala la organización ecologista.

Los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior muestran cómo una mujer murió en Madrid por el disparo de cazadores y otras 14 acabaron heridas en el resto del país, o cómo un menor falleció en Valladolid mientras otros 16 tenían lesiones por tiroteos. En los dos casos en los que no hubo víctimas mortales por caza, un joven menor de 18 años había apretado el gatillo.

El declive de la caza

El Gobierno también mostró la reducción de la caza, que se inició en España hace más de una década. En ese bienio hubo un descenso de 48.810 licencias de armas de tipo E, que posibilitan a los titulares para tener hasta cinco armas de caza y de tiro deportivo. En cuanto a las del tipo D, que representan los rifles de caza mayor, aumentaron en 19.736.

Esta situación, colocó por debajo de los 2,6 millones el número de ciudadanos con autorización para poseer este tipo de armas en España, un declive que también se dio en el número de armamentos privados y el de licencias de caza, que sigue considerando como deporte.  

Por otro lado, el último Anuario Forestal del Ministerio de Agricultura apuntó cómo en 2018, y tras ocho años en los que el número de animales de caza mayor que morían por disparos casi se triplicó, el de caza menor creció un 10% y el de aves más de un 50%, sumando entre todos más de 22 millones de cadáveres cuando en 2008 no superaba los 16.

Ese número de animales, de los cuales las aves registran casi las dos terceras partes, se había reducido en un 19,18 con bajadas en los tres tipos de piezas, después de que en 2017 se hubiese detenido el de pájaros.

El hurón, que sí se puede contagiar de coronavirus, sigue siendo una herramienta para cazar. Asimismo, el inicio de la nueva temporada permite, en la mayoría de las comunidades autónomas, utilizar esta especie para cazar. Estos pequeños animales se introducen en las madrigueras de los conejos para ahuyentarlos y así poder cazarlos en el exterior a través de trampas, perros o tiros.

Aunque esta posibilidad que ofrece el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas discrepan con las conclusiones del Ministerio de Sanidad y su relación con el coronavirus.

Los huronesson susceptibles a la infección – por coronavirus – y pueden desarrollar la enfermedad”, explicó un informe de Sanidad a finales de agosto, una situación que se repite con “los felinos (gatos, tigres y leones), los visones y los hámsters”.

"Es posible la transmisión humano-gato, y también existe la posibilidad de transmisión gato-gato y entre hurones”, añade el escrito, el cual señala que “en este momento hay muy pocos casos descritos de posible transmisión desde los animales a los humanos”.