Hasta ahora las piezas dentales que se extraen, generalmente, por falta de espacio acaban en la basura. Sin embargo, esto podría cambiar y, de hecho, ha comenzado a hacerlo en países como Estados Unidos, Corea y Japón.
La pulpa dental de dientes y muelas esconde una riqueza desconocida, células madre pluripotenciales capaces de regenerar tejidos, reparar órganos y combatir enfermedades degenerativas.
"Estas células tienen la capacidad de diferenciarse en tejidos óseos, musculares, neuronales e, incluso, cardíacos", explica a ELPLURAL.COM el odontólogo Iván Malagón, referente internacional en estética dental y salud oral avanzada.
Al igual que ocurre con las células madre de la médula ósea y con las del cordón umbilical estas pueden servir para el desarrollo de tratamientos contra enfermedades tan dispares como infartos y otras patologías cardiacas, el Parkinson, la Diabetes tipo 1, las lesiones de médula espinal, las reparaciones de córnea o las regeraciones óseas y nerviosas.
“Estamos ante un hallazgo que redefine completamente nuestra forma de entender la salud bucodental. Lo que antes se eliminaba sin más, hoy podría ser una inversión en vida y bienestar futuro”, subraya este especialista, que insiste en que implica pasar de "deshecho clínico a esperanza médica".
“Cada diente extraído es una oportunidad”, recalca, incidiendo en que "la odontología ya no es sólo una cuestión de sonrisa o masticación", como avalan el Journal of Dental Research y otras publicaciones científicas de prestigio como Stem Cells International,
No todas las piezas valen
Para que se puedan obtener células madre de las piezas dentales, es fundamental que estén sanas y conserven la raíz. Si es así, "todos los dientes tienen potencial", apunta Malagón. Se trataría de preservar esas piezas que planificamos quitar "cuando realizamos una ordoncia", por ejemplo. También las muelas del juicio, cuya extracción suele estar programada.
Más sencillo de extraer
Las células madre de las piezas dentales tienen más potencial de proliferación que las de la médula ósea o el cordón umbilical, pero además, su principal ventaja es la facilidad de extracción. La extracción dental es un proceso sencillo, mientras que la extracción de médula ósea es "un prodecimiento agresivo”, precisa este odontólogo.
Menos costoso de almacenar
Del mismo modo, su almacenamiento también es más sencillo y mucho menos costoso."Se criopreservan en nitrógeno líquido, a 190 grados bajo cero", precisa Malagón, que enfatiza que es "muy sencillo y ocupa muy poco espacio".
En cuanto a los costes económicos estos rondan los "500 euros y otros 100 anuales de mantenimiento", apunta.
Pocos laboratorios
Sin embargo, por el momento, este todavía es un luijo al alcance de muy pocos. En nuestro país aún no existen bancos de estas características. "Sí los hay en Estados Unidos, donde tres laboratorios están ya en periodo de test".
Pero no hay duda de que es un punto de partida hacia "terapias que podrían salvar o transformar vidas”.“Estamos entrando en la era de la medicina personalizada. Conservar tus dientes extraídos en un banco dental puede marcar la diferencia en tratamientos que hoy parecen ciencia ficción”, zanja este especialista.