Los estudiantes españoles ya se quedaron sin clase en los tres últimos meses del curso anterior a causa del coronavirus​. Un limbo que se intentó combatir con medidas improvisadas como las clases online pero que no conseguían llegar a todos los estudiantes. Tras unos meses de verano más tranquilos, la 'vuelta al cole​' se presenta junto a una amenazadora segunda ola​ y medidas como las mascarillas, disminución de ratios, alternancia con clases online o toma de temperaturas para intentar paliar la pandemia. 

La prioridad máxima es que el virus no vuelva a cerrar los colegios, permitiendo así a los estudiantes continuar con su formación. Para ello, es especialmente importante intentar esquivar las partículas de coronavirus, que pueden permanecer en el aire de lugares cerrados durante horas.

En ese sentido, muchas localidades se han apresurado a facilitar todo tipo de instalaciones a sus colegios, favoreciendo las clases en exteriores en la medida de lo posible. Una opción que que deja a profesores y alumnos a merced de cualquier cambio de tiempo. En consecuencia, la correcta ventilación de las aulas se ha convertido en una materia vital, lo que ha llevado a la Universidad de Harvard​ a elaborar una guía con cinco pasos para aprovechar esta medida al máximo:

1. Medir la clase

Conocer las dimensiones exactas del aula -largo, ancho y altura- es imprescindible para calcular el volumen en metros cúbicos y poder hacer una buena estimación de los tiempos requeridos para renovar el aire.

2. Comprobación previa de la ventilación

Antes de las clases debería hacerse una comprobación visual y sonora para revisar los sistemas de ventilación y el flujo del aire. Esta comprobación puede realizarse con una nube de polvo o una tela fina que, por ejemplo, muestre si la rejilla del ventilador succiona o suministra aire. 

3.  Medir o estimar la tasa de ventilación de aire exterior

La tercera indicación de la guía de Harvard es la de medir la circulación del aire exterior a través del sistema de ventilación. Se puede hacer con las siguientes tres indicaciones:
· Elegir una campana de captura para el balómetro con el factor de forma más cercano para cubrir los difusores de aire (es decir, elegir una campana que tenga una forma similar a la forma del difusor de aire). En caso de que la campana de captura no cubra todo el difusor, utilizar un trozo de cartón y cinta para dirigir el flujo exclusivamente a través de la campana de captura.

· Comenzar afuera y usar el balómetro para medir el flujo de aire (en m3 por minuto) que entra al edificio a través de la rejilla donde se aspira el aire.

· Dentro del aula, usar el balómetro para medir el flujo de aire en los difusores de aire donde se suministra o sopla aire a la habitación.

4. Comparar resultados y objetivos

El objetivo a alcanzar es la renovación completa del aire en cinco ocasiones por hora. Un estándar marcado por la ASHRAE 62.1 para una clase de aproximadamente 25 estudiantes por cada 100 metros cuadrados

5. Medidas complementarias para alcanzar el objetivo

El último paso está destinado a complementar las medidas de renovación del aire en caso de no alcanzar el objetivo de 5 renovaciones por hora. Para impulsar la mejora del sistema de ventilación se puede incrementar la entrada de aire exterior, instalar filtros MERV13 para aire recirculado o purificadores de aire con filtros HEPA.