A la mayoría de los mortales la Lotería tampoco ha tocado en este año y se han conformado con la salud – una salud que seguramente se viviría mejor con unos miles de euros más. Y es que las Navidades son una época entrañable, pero de excesos también, así que contratar préstamos personales es bastante común y el número de operaciones se dispara en estas fechas.

Son muchos los estudios que se publican durante el mes de noviembre con la predicción de gasto para la Navidad de los hogares. Y, aunque la cifra varía de una a otra fuente, prácticamente todos tienen en común que el gasto de las familias ya está recuperándose y situándose al nivel pre-crisis.

Así, el último informe publicado a un solo día de la Lotería Nacional del que se han hecho eco los medios de comunicación, cifra el gasto medio por persona de 470 euros, pero, ojo, sólo está contabilizado el pago estimado con tarjeta. Este estudio, realizado por Bankinter Consumer Finance, revela dos cosas interesantes: la primera es que el mayor gasto es en alimentación y la segunda, que los españoles se dejan todo para el último día, algo que ya se intuía, pero que tras este estudio se convierte casi en certeza. Muchísimas de las operaciones de compras de juguetes se realizan el día 4 de enero, sólo un día antes de la llegada de los Reyes Magos.
Por su parte, American Express eleva el gasto hasta una media de 907 euros, lo que representaría un aumento del 7,5% respecto a las navidades de 2016, acaparando los regalos la mayor partida (35%) seguido de la alimentación (26%). Estas cifras no dejan indiferentes y no hay que olvidarse de que son medias y el gasto varía en función de la tipología de familia, sobre todo, si se tienen niños, ya que son ellos por los que se celebra mucho más, se regala con más ilusión y se mantiene la magia que pasa de generación en generación. La realidad es que luego llega la cuesta de enero y los reproches por no haber ahorrado o no haber previsto el desembolso tan grande que se ha hecho en, prácticamente, 15 días, como si no hubiese ocurrido lo mismo el año anterior, o como si no llevase ocurriendo, en realidad, todos los años desde que se recuerda.

Y es que los españoles, en su conjunto, parece que tienen poca previsión y programación financiera en general. Actualmente, además, la tasa de ahorro vuelve a los niveles de pre-crisis, estando por debajo del 6%, según Eurostat. ¿Esto qué significa? Pues que prácticamente todo el sueldo va destinado a consumo y muy poco a ahorro, por lo que los imprevistos, a priori, siempre van a ser muy difíciles de afrontar.

Durante la crisis esto no era así. Es más, el porcentaje destinado a ahorro era casi del 13% y esto era por el miedo a quedarse sin empleo o a que llegasen, todavía, tiempos peores y más difíciles. Actualmente, la inmensa mayoría de los españoles han olvidado de esos tiempos y la tasa de ahorro se encuentra muy por debajo de la media europea que se situaba en este año 2017 en un 10, 50%, siendo los alemanes los que más ahorran (17,18%), seguidos de los franceses (13,67%). Detrás de los españoles sólo se encuentra la vecina Portugal, con 4,98% y Finlandia, con 4,83%.

Esta es la realidad económica de muchas familias que, ante su incapacidad de planificar o ahorrar, tienen que recurrir a préstamos bancarios para poder afrontar imprevistos o, simplemente, para poder afrontar esos gastos de más que han tenido, como los de Navidad.

Gracias a internet estas operaciones se han vuelto mucho más sencillas y el acceso al dinero se ha universalizado, gracias a las ofertas de préstamos personales online que se pueden obtener fácilmente a golpe de clic.

Además, una de las ventajas fundamentales con respecto a la modalidad tradicional es la cantidad, ya que no necesariamente tiene que ser muy alta. Existen muchas fórmulas para obtener préstamos personales rápidos, con cantidades que no superan los 1000 euros, cubriendo la necesidad de la inmediatez y completar el dinero que falta en un momento puntual hasta cobrar el siguiente sueldo a partir del momento en el que se podrá ir devolviendo poco a poco en los plazos establecidos.

Los créditos online, por otro lado, no se rigen por horarios comerciales, ni por burocracia y, por ende, no existe tiempo de espera. Generalmente, dependerá de cada plataforma, se tiene que indicar la cantidad necesitada, el plazo de devolución y luego cumplimentar un formulario de datos personales y otra información de interés – como el número de cuenta –y, casi inmediatamente, se podrá disponer del dinero. Con esta disponibilidad y facilidad en su uso, este producto financiero está creciendo mucho en los últimos años, lo que puede ser, además, un buen indicador del fin de la crisis, por fin.