Las aplicaciones del aceite de argán se han extendido en los últimos años, y hoy día es ingrediente imprescindible en productos para el cuidado de la piel o del cabello. También se usa mucho para fines culinarios.

Se trata, de hecho, de un aceite comestible obtenido a partir de semillas maduras de los frutos del árbol de argán, cuyo nombre científico es Aragania spinosa, endémico de Marruecos.

Fue en 1998 cuando la región en la que se encuentra, Arganeraie, fue nombrada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, momento en que comenzaron a desarrollarse proyectos relacionados con el mantenimiento de las fórmulas más tradicionales de agricultura para la extracción del aceite. Y es que esta forma parte de la tradición bereber más arraigada.

En 2014, se consideró que todo ese conocimiento traspasado a través de la historia de generación en generación, englobando prácticas muy antiguas sobre el uso del argán, fue considerado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Lo que dice la ciencia sobre el aceite de argán

Hay muchas webs resaltando las propiedades del aceite de argán puro, ejemplo de www.aceitedearganweb.com, tanto en cuidados naturales para el cabello como en otras tantas aplicaciones.

En 2006, la Agencia Española de Cooperación Internacional seleccionó 29 proyectos en Marruecos coordinados por profesores de la Universidad de Cádiz, lo que en esta última se celebró con entusiasmo. Tales estudios abarcaban las áreas de Agroalimentación, Análisis Social e Interculturalidad, Arqueología, Ciencias del Mar o Ciencias de la Salud. En esta última se enmarcaba el estudio de “Aceite de Argán como anticancerígeno”, coordinado por Juan Bosco López.

Las hipótesis propuestas estaban encaminadas a saber si el consumo de este aceite podría tener un efecto preventivo sobre los tumores más frecuentes, como el cáncer de mama, de colon o de pulmón. Se estudiaba su protagonismo en el marco de una dieta sana y equilibrada que previniera la aparición de obesidad, responsable de 35.000 nuevos casos de cáncer cada año en Europa, según López.

Productos cosméticos

Al aceite de argán se le suelen atribuir propiedades anti-aging por los antioxidantes que contienen, además de efectos antisépticos y fungicidas. Por eso está considerado uno de los aceites más caros del mundo, ya que el precio de la botella de 20 cl puede costar unos 17 euros. Se le conoce también como el oro líquido de Marruecos.

Publicaciones como la revista Aquas Spa Magazine aluden a un estudio de la Universidad de Metz, sobre que el aceite favorece el rejuvenecimiento de las células. Citaba además que muchos dermatólogos lo recomiendan para aliviar quemaduras producidas por el sol o para combatir enfermedades como la psoriasis.

Sin embargo, desde su blog de dermatología, la doctora Lorea Bagazgoitia puso en duda las propiedades hidratantes, de efecto reafirmante y antiarrugas, contra el acné, antimanchas o cicatrizante que se atribuyen a este producto en la cultura marroquí. En 2014, aseguró que no había suficientes trabajos científicos para probar todos esos beneficios.

Eso sí, reconocía que ayuda a la hidratación de la piel, por el simple hecho de tratarse de un aceite, y que contiene sustancias antioxidantes, como los tocoferoles, que podrían actuar contra el envejecimiento. En cambio, no contiene moléculas con realicen una actividad demostrada contra el acné, las manchas o la caída del cabello.

Así pues, el aceite de argán no es el superproducto que muchos creen, pero sí tiene propiedades evidentes que lo hacen interesante. Además, por dos casos de reacciones alérgicas que citaba la dermatóloga, no se puede desaconsejar su uso.

Como alternativa para determinados casos, OptimaPiel propone remedios caseros para curar granos. La web trata ampliamente cómo eliminar el acné también desde una perspectiva no científica, pero con la supervisión médica adecuada y actuando con responsabilidad, nada impide a los usuarios probar.

Cuidado con los remedios caseros

Lo de actuar con responsabilidad tiene que ver con que los remedios caseros se pueden convertir en un arma de doble filo, si su aplicación no es la correcta. No se suelen considerar sus posibles efectos secundarios porque no se atribuyen a los productos naturales, pero pueden tenerlos.

El aloe vera, por ejemplo, debe emplearse con control porque, de no estar bien limpio, puede ser perjudicial, como aseguraba el naturópata Miguel Crespo a ABC. Efectos adversos pueden tener también otros remedios como el aceite de oliva, que muchas webs invitan a usar en el cabello para dar un extra de hidratación. Sin embargo, es difícil retirarlo bien al momento de la ducha, lo que puede dar como resultado un aceite excesivamente graso.

Lo mejor es hacerse con productos que, aunque basados en ingredientes naturales, como el mismo aceite de argán, hayan pasado unos controles de calidad mínimos. En una tienda de peluquería online como Hair Beauty Factory se pueden encontrar tanto productos de peluquería profesional como productos de cosmética profesional.

Un nuevo rey en la cocina

Siguiendo con las potenciales características anticancerígenas del aceite de argán, la plataforma Tandfonline recogió en su apartado “Critical Reviews in Food and Nutrition” un artículo firmado por Zoubida Charrouf y Dominique Guillaume. En él se apuntaba que el aceite de argán debe tener un lugar entre los aceites más beneficiosos para la salud humana, desde el punto de vista del consumo.

Por un lado, como recogía el artículo, dicho aceite posee alto contenido en ácidos oleico y linoleico, además de ser rico en fenoles, metabolitos considerados esenciales para explicar los efectos protectores contra el cáncer o la enfermedad de la arteria coronaria que tiene otros aceites. 

Por otro lado, siguiendo el artículo, el contenido de y-tocoferol es mucho mayor que en cualquier otro aceite, y ya se han demostrado sus propiedades quimiopreventivas y antiinflamatorias.

Así pues, el aceite de argán se puede combinar en cocina con el uso de otros sanos, como el de oliva. Entre las recetas de las tribus bereberes se encuentra el amlou, un pasta para untar popular en Marruecos que se sirve en el desayuno. Directo al Paladar, por su parte, propone el salmón sobre arroz venere con verduras y aceite de argán.