Las camareras de piso llevan muchos años denunciando las enormemente precarias condiciones de trabajo. Una labor de limpieza de las habitaciones de hotel tradicionalmente despreciada y que ahora, como con otras tantas profesiones, maltratada antes de la pandemia, nos hemos dado cuenta de nuestra dependencia y de su importancia más allá de cumplir con unos mínimos estándares laborales propios de un país con intención de tener un Estado de Bienestar.  

El Estado de Alarma ha dejado sin trabajo a 70.000 camareras de piso, la mayoría de ellas sin ni siquiera derecho a ERTE, y la correspondiente prestación, debido a la subcontratación tan extendida en este sector y que en ciudades como Madrid o Barcelona alcanza el 95%, lo que conducido a muchas de ellas a las colas de ONG’s y comedores sociales para poder alimentar a sus familias.

Precisamente, terminar con la subcontratación es una de las más tradicionales reivindicaciones de las asociaciones de Kellys, que encontramos por toda la geografía española, y que conlleva un falseamiento de su categoría profesional, pasando de camareras de piso a peones de limpieza o limpiadoras, un fraude que implica un sueldo un 40% más bajo y una degradación de las condiciones de trabajo.

Un sello sin ninguna garantía

Las Kellys denuncian el engaño de los hoteles, ahora a los clientes, con los certificados de ‘Covid-free’ que empiezan a extenderse por nuestro sector turístico. Un sello que se puede comprar por entre 300 y 1.000 euros y que no tiene en cuenta precisamente a las trabajadoras encargadas de la limpieza y desinfección de las instalaciones, las cuales señalan la falta de nuevos procedimientos y de medidas de protección personales por parte de los hoteles que, en ocasiones, ni siquiera llegan a proporcionarles mascarillas: “No se está haciendo absolutamente nada, solo lo mismo que antes; con los mismos productos y el mismo tiempo para limpiar las habitaciones. Algunas hasta se han tenido que llevar sus propias mascarillas” denuncian desde la asociación de Barcelona, y añaden “no sé cómo los hoteleros quieren sacar adelante el certificado 'Covid-free' si nos van a poner a hacer 25 habitaciones en 5 horas”. Su portavoz, Vania Arana, reclama unos mínimos de seguridad “Necesitamos ir al trabajo sabiendo que no nos vamos a contagiar (…) Tenemos que trabajar con EPIS, no con mascarillas quirúrgicas. Estamos hablando de vidas humanas. Pido cordura y sensatez”.

Tanto es así que la OCU ha solicitado al Ministerio de Sanidad la prohibición inmediata de estos certificados ‘covid-free’ por generar una “peligrosa sensación de seguridad”.

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Mientras tanto, los hoteleros ignoran el certificado oficial aprobado en 2018

Los establecimientos hosteleros se han apresurado por conseguir este sello, pero respecto a las trabajadoras más importantes para llevarlo a cabo indican que “cuando se incorporen, ya veremos qué hacemos”.

Por su parte, ‘las que limpian’ en Barcelona piden que los empresarios se den la misma prisa en implementar su certificado de calidad, en stand-by desde que lo aprobase el Parlament en 2018. Ese sello con garantía oficial tiene en cuenta tanto las condiciones de limpieza como las condiciones laborales de las empleadas. "Tenemos compañeras que están trabajando como antes de la pandemia. No podemos continuar haciendo las mismas habitaciones, y menos teniendo en cuenta que ahora toca desinfectar todo y que hay que limpiar con más minuciosidad. Nuestro sello de calidad es imprescindible en esta emergencia sanitaria", sentencian.