El pasado domingo 2 de junio, don Juan Carlos ejercía como Rey emérito por última vez, tal y como anunciara a mediados de la semana anterior. El monarca se despedía de la agenda oficial, pero lo quiso hacer a lo grande. Reunión familiar, tertulias y un ágape previo a la corrida de toros a la que asistió.

El Rey emérito homenajeó a su madre en la plaza de toros de Aranjuez y reunió a gran parte de su familia. Asimismo, don Juan Carlos también juntó a sus amistades del mundo de la caza en el Jardín de Oñate, propiedad de Pedro Trapote, escenario de cetrería y encuentros de Isabel II.

El almuerzo se produjo antes de acudir a la corrida en la plaza de toros de Aranjuez, que contaría con un cartel propicio para el evento, con Morantes, el Juli y Manzanares. El monarca, antes de sentarse a disfrutar junto a su familia de la novillada, se desplazó al Jardín de Oñate, presto y dispuesto para el almuerzo con los suyos.

Según detalla Vanitatis, el emérito desembarcó en el que sería su penúltimo escenario con agenda oficial minutos antes de las tres de la tarde. En el recinto ya se hallaban el resto de invitados a la fiesta, incluidas las infantas Pilar y Margarita junto al resto de los Borbón.

Manuel Prado Eulate, Javier Corsini, Javier Arias, Rafael González, José Manuel Pardo y Vicente Boluda. El exvicepresidente del Real Madrid fue el que regaló sus vinos al monarca para este último almuerzo oficial, pues es el propietario de la bodega Fos en La Rioja.

El ágape tuvo lugar en el jardín, contando con aperitivos como jamón, embutidos y croquetas. El menú, por su parte, se compuso a base de espárragos blancos, merluza rebozada, rabo de toro y una tarta árabe hecha con obleas como colofón.