El discurso racista de las extremas derechas ha calado en la sociedad española. La contaminación mediática y política de argumentos xenófobos ha elevado a la inmigración hasta el puesto número uno en la lista de problemas del país recogida por del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), pese a que hasta hace unos meses apenas se colaba en el top 10 (noveno en junio). Sin embargo, la inmigración pierde puestos en la lista real de problemas, la referida a aquellos que afectan directamente a la ciudadanía, evidenciando la influencia de la homilía alarmista.

El 30,4% de los encuestados por el organismo estadístico sitúa la inmigración entre las tres primeras posiciones de problemas existentes en España, siendo para el 9,4% la principal dificultad, la segunda para el 12,8% y la tercera para el 8,2%. La ciudadanía sitúa este por delante de problemas como los emanados de la política que, si bien son los más nombrados como número uno (12,4%), reúnen el 20,6% del top tres. El paro (20,1%), la crisis económica (19,8%) y las desigualdades (16,1%) ocupan las siguientes posiciones.

La disonancia cognitiva llega a la hora de preguntar a los ciudadanos por el problema que les afecta en mayor medida, momento en el que la inmigración sale de la ecuación. La crisis económica, con el 30,2%, es el problema fundamental de los encuestados, seguido por la sanidad (17,1%), de aquellos relacionados con la calidad del empleo (16,5%) y la vivienda (15,3%). A continuación, aparece la inmigración como un problema de afectación directa para 13,7% de los preguntados, a casi 17 puntos de diferencia del listado referido al país.

Uno de cada tres españoles considera que la inmigración está entre los tres principales problemas de España, pero apenas uno de cada diez asegura sufrirlo. Antes del verano, tan solo uno de cada diez lo consideraba un problema nacional de primera magnitud (11,2%) y casi nadie (3,9%) llegaba siquiera a mencionarlo entre sus tres principales preocupaciones. La vivienda está más cara que nunca, el abandono de los servicios públicos avanza, los alimentos no terminan de bajar ni los salarios de subir, pero el envenenamiento xenófobo y clasista ha hecho su trabajo.

Más allá del señalamiento, la mayoría de encuestados parece encontrar un consenso en torno a los detonantes de la inmigración y las posibles vías para evitar que miles de personas se vean obligadas a abandonar sus países por las guerras y la pobreza propiciadas, directa o indirectamente, por occidente. El 54% considera que las desigualdades entre países ricos y pobres son mayores que hace 30 o 35 años y un 77,8% asegura estar muy o bastante preocupado por la existencia de dichas desigualdades.

Asimismo, preguntados por si las desigualdades existentes entre los países pobres y los ricos son una de las causas que explican el aumento de la población inmigrante en países como España, la respuesta es casi unánime. Casi nueve de cada diez españoles (87,3%) considera clave esta situación, mientras que tan solo un 9,5% no lo cree (en torno a un 3,3% o no sabe o no contesta).

Además, como una de las vías para solucionar el éxodo al que muchos se ven empujados, el 72,2% considera que países como España tendrían que hacer mayores esfuerzos para ayudar a desarrollarse a los países más pobres, mientras que tan solo el 21,8% no lo cree y el 4,5% tiene dudas al respecto (el resto prefiere no contestar).

Diferencias por partidos

Las percepciones y las respuestas dadas a la encuesta, como es evidente, son diferente en función de la elección política y, en consecuencia, ideológica. La inmigración se ha alzado como principal problema en los votantes de varios partidos políticas, destacando entre ellos Vox. Así, el 58,4% de votantes de la ultraderecha la sitúan entre los principales problemas. El segundo partido con más encuestados que opinan en la misma dirección es el PNV, con el 38,8% de sus encuestados apuntando en este sentido; seguido del Partido Popular (PP), con el 36,6%, y Junts (34,1%).

Siguiendo con el recuerdo de voto, los partidos ubicados en el espectro de izquierdas aparecen muchos puntos por debajo, siendo el primero de ellos el PSOE, con el 23,7%. No muy lejos se sitúa EH Bildu, alcanzando un 20,9%, y por debajo de los de cada diez se sitúan Esquerra Republicana (ERC), con un 16,1%, y Sumar (13%).