Que el recién nacido, aún cuando precise ingreso hospitalario por enfermedad leve, esté acompañado por su madre en todo momento. Es el objetivo de las dos habitaciones que ha dispuesto, dentro de su Unidad de Cuidados Neonatales, el Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid.

Se trata de “dos espacios habilitados para el ingreso conjunto madre-hijo que cuentan con monitores específicos”, explica el Dr. Roi Piñeiro, jefe del Servicio de Pediatría.

Este especialista recuerda que el mejor lugar para cualquier niño hospitalizado es aquel en el que esté acompañado por sus padres, pero que, sin embargo, esto no ha sido lo habitual en la atención a los menores de 28 días de vida. “Por suerte, se trata de una actitud que durante los últimos años está cambiando gracias a las estrategias de humanización de la atención sanitaria”, celebra.

No importa si el parto ha sido natural o por cesárea, “las mamás o papás y los bebés que requieran atención podrán compartir esas primeras horas, fomentar ese vínculo, y lo harán en las mejores instalaciones y con los mejores cuidados y confort”, añade por su parte la Dra. Ana Villalba, especialista del Servicio de Ginecología y Obstetricia del mismo centro.

Grandes beneficios

La iniciativa ofrece numerosos beneficios, y no se debe confundir con lo que se conoce como ‘nido’, una opción, común en todos los hospitales, para padres e hijos sanos que no requieren ningún tipo de ingreso como tal, sino que permanecen en la misma habitación.

Entre las ventajas que presenta este sistema está que se promueve que la lactancia materna no se paralice en momento alguno, así como que sea exitosa y feliz. “Cuando el bebé reclama una toma, su madre está con él para poder dársela inmediatamente”, indica Loreto García, especialista en Neonatología de esta unidad.

Asimismo, la ansiedad que genera en los padres el ingreso del pequeño se reduce. “Los progenitores se quedan más tranquilos al poder ver los cuidados que proveemos a su bebé”, señala Lucía González, enfermera de la Unidad Neonatal. En todo momento, los padres son conocedores de los procedimientos y requerimientos que su hijo necesita, de manera que el vínculo no se rompe. Y a esto hay que añadir que el padre también está presente, lo que ayuda a una mayor tranquilidad.

Otro de los beneficios de estas habitaciones de ingreso madre-hijo, es que la primera no tiene que levantarse para ver al segundo. “Después de haber dado a luz, sobre todo si ha sido por cesárea, el hecho de tener que incorporarse supone dolor en los puntos, e, incluso algunas mujeres se marean”, advierte González, que subraya que de este modo se evitan estas situaciones.

Instalaciones de la renovada y mejorada Unidad Neonatal del HUGV

Desde prematuros a niños con ictericia

El porcentaje de ingresos en Neonatología varía en función de la complejidad de cada hospital. “En el nuestro, de media complejidad, e incluyendo los neonatos que ingresan desde Urgencias y Consultas Externas, oscila entre el 5 y el 10 por ciento de todos los recién nacidos en un año”, apunta el Dr. Piñeiro.

La estancia media es de entre 4 y 5 días, aunque depende de la gravedad del problema de salud, ya que algunos prematuros pueden precisar estar en el hospital más de tres o cuatro semanas, hasta que adquieren el peso y madurez adecuados.

“La necesidad de ingreso suele venir marcada por la prematuridad, el bajo peso al nacer, problemas durante el parto, ser hijos de madres con patologías previas o cuadros infecciosos, dificultad respiratoria, ictericia (coloración amarillenta de la piel), etc”, detalla.

No obstante, el ingreso conjunto no siempre es posible. Depende del estado de salud de la madre tras el parto y de la gravedad de la patología por la que el recién nacido precisa atención. Por lo general, pueden hacer uso de este recurso todos los menores de 28 días de vida que necesitan hospitalización, excepto si el recién nacido o la madre requieren aislamiento o si esta última debe estar hospitalizada por otro motivo.

Un equipo multidisciplinar

La iniciativa, que forma parte de la línea que sigue este hospital de defensa de un parto lo más humanizado y respetado posible, cuenta con recursos técnicos y humanos suficientes para atender a la madre durante su puerperio inmediato y, al mismo tiempo, al recién nacido.

Para ello dispone de un equipo multidisciplinar integrado por pediatras, ginecólogos, matronas, enfermeras y auxiliares de enfermería.

Visitas

Para dar a conocer tanto al personal como las instalaciones, el centro realiza de forma semanal visitas a esta unidad. Pueden participar en las mismas las mujeres cuyo embarazo se está siguiendo en el hospital y sus parejas, y también futuras madres. Se llevan a cabo los jueves por la mañana, y tan solo es necesario solicitar cita previa. “De este modo pueden conocer no solo a los ginecólogos, sino también a las matronas, enfermeras y pediatras de nuestro servicio, así como ver el paritorio y las habitaciones maternofiliales”, resume la Dra. Villalba.