¿Quién ha dicho que no se puede tener un huerto en casa? La agricultura urbana es una moda que ha atrapado a millones de personas en todo el mundo. Con apenas 1 metro cuadrado puedes cosechar tus propios tomates, pepinos o lechugas. Se puede crear prácticamente en cualquier espacio, incluso en una ventana. Lo único imprescindible es tener luz directa del sol. Según la cantidad de horas de sol de las que dispongamos podemos elegir el tipo de hortaliza que cultivaremos. Las berenjenas, tomates o pimientos requieren mucha luz mientras que las lechugas, cebollas, rábanos o fresas, menos.
Puedes aprovechar el confinamiento por la crisis del coronavirus para montar un pequeño huerto casero y estás en la época ideal para empezar. Con la llegada de la primavera el sol empieza a calentar y es el momento en que deben plantarse las simientes si queremos tener una buena cosecha este verano. La mayoría de las verduras y hortalizas se plantan en abril.
¿Qué plantar en abril?
Antes de elegir qué quieres plantar debes tener en cuenta que hay cultivos que requieren una siembra previa en un semillero. Es el caso del tomate –la hortaliza favorita de los agricultores urbanos-, pimientos, puerros, cebollas, apio, lechuga y fresas.
Las judías, espinacas, zanahorias, remolacha, calabacín, berenjena, rabanitos y menta se siembran directamente. También las judías y los pepinos, que es recomendable plantar a finales de abril porque necesitan calor.
Plantación previa en semillero
Los tomates de un huerto casero suelen tener una diferencia abismal con respecto a los que compramos en los supermercados. Son ricos en antioxidantes y vitaminas A, C y E.
La tomatera necesita mucha luz y riego dos veces por semana en poca cantidad. Según los expertos es importante plantarla profundamente, ya que desarrolla raíces largas y abundantes.
Los pimientos son muy sensibles al frío así que deben estar en un sitio protegido y con mucha luz. Las semillas se deben poner entre 40 ó 50 centímetros de distancia. Los pimientos son ricos en en fibra y en vitaminas C y B6.
La lechuga, que sí necesita plantarse previamente en un semillero, se pone a 0,5 cm de profundidad. Entre una lechuga y otra deber haber una separación de 30 cm y, como curiosidad, no debe plantarse cerca del perejil.
Aunque lo ideal es plantarlas un poco antes, en abril todavía estás a tiempo de sembrar fresas. Una de las ventajas de cultivar esta colorida fruta en casa es que se puede cosechar en su punto óptimo de maduración, a diferencia de las que venden en los supermercados, que siempre se cogen un poco verdes. Aunque lo ideal es plantarlas antes, porque necesitan algo de frío para germinar, todavía estás a tiempo.
Plantar directamente
Las zanahorias son también fáciles de cultivar y no necesitan germinar previamente en un semillero. Se pueden cultivar en cualquier época del año. Lo más importante para que crezca bien es que se mantenga siempre la humedad de la tierra. Las zanahorias son ricas en vitamina A, antioxidantes y fibra dietética.
Las espinacas se plantan también directamente y germinan entre 10 y 15 días. Deben a 2 cm de profundidad y estar separadas unas de otras por unos 30 cm de distancia. Necesita poco calor y sol.
El calabacín se planta a 2 cm de profundidad y germina en 5 ó 10 días. Deben estar en un lugar bien iluminado con luz directa del sol y necesitan riego diario. Sin embargo, hay que tener en cuenta que al comienzo de la siembra, no debe encharcarse la maceta, ya que sería perjudicial.
La menta se cultiva a 5 cm de profundidad y 40 ó 60 días estará lista para utilizarse. Es una planta muy resistente y tampoco precisa de mucha luz.
El pepino requiere un tiesto de 40 cm de altura y debe estar a 120 cm. de otras plantas. Se cosecha a los 90 días. Necesitan mucha luz y riego diario.
Los rabanitos crecen muy rápidamente. En apenas 30 días estarán listos. La semilla del rabanito se puede sembrar en tu huerto durante todo el año, pero la mejor época es desde el inicio de la primavera hasta finales de otoño.
¿Qué necesitas para montarte un huerto en casa?
Realmente necesitas luz, agua y una maceta, además del sustrato y las semillas. Según el tipo de cultivos que elijas, la maceta tendrá que ser más o menos grandes.
Las mesas de cultivo son muy prácticas, pero si no dispones de una o el espacio suficiente para tenerla, puedes utilizar una jardinera y remedios caseros para plantar la simiente como el recipiente de un yogur.
