El pasado 8 de septiembre se celebró el Día del Cooperante para reconocer la labor de todas aquellas personas que trabajan en las zonas menos favorecidas. Todo empezó el 8 de septiembre del año 2000 cuando los jefes de Estado de 191 países firmaron la Declaración del Milenio, con la que se comprometían a construir un mundo más igualitario, pacífico y próspero. Asimismo asumieron los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidad para acabar con la pobreza, el mayor compromiso mundial en este sentido que se había alcanzado hasta el momento.

Informe sobre cooperación internacional

Alrededor de dos mil seiscientos profesionales españoles trabajan, en la actualidad, en el ámbito de la cooperación internacional para el desarrollo en el exterior. En concreto, 2.599, según datos de la Agencia Española de Cooperación (AECID) del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC). La mayoría de estos cooperantes son mujeres, un 56% del total. El último informe señala que el colectivo de cooperantes más numeroso corresponde a la Comunidad de Madrid (20% del total), seguido por Andalucía (14%) y Cataluña (13%). 

En cuanto a las zonas geográficas de trabajo, la mayoría de las personas que trabajan como cooperantes (un 43%) se encuentra desplazada en África Subsahariana. El resto se distribuye de la siguiente manera: un 24% está asentado en América del Sur, un 15% en América Central y el Caribe, un 6% en el Magreb, otro 6% en la región de Asia-Pacífico y un 5% en Oriente Próximo. 

Un martillo diverso y sólido

La ilustradora Paola Villanueva ha querido homenajear a los cooperantes con una viñeta publicada en Alma, el portal social social de la Fundación "la Caixa" para conmemorar este Día Mundial del Cooperante. Para ella, la cooperación es "un espacio orgánico, un tejido social dinámico que se construye gracias a la puesta en común de recursos, conocimientos y experiencias. Un espacio que, como el martillo de la imagen, es funcional desde la diversidad, a la vez que un instrumento sólido para generar relatos únicos y poderosos”. 

Y concluye: "Cooperar, en el fondo, es formar parte de una masa crítica que imagina que otra realidad es posible”.