El pasado martes, el dueño de la finca donde murió el pequeño Julen, David Serrano, dio una rueda de prensa en la que defendió su inocencia ante una posible acusación de “homicidio imprudente”.

Serrano aseguró que tapó el pozo con dos bloques de hormigón, y le echó la culpa al pocero de dejar el agujero sin sellar. David en la rueda de prensa informó de que "ese campo me lo compré hace cuatro meses para unos aguacates, para eso necesitaba agua y contacté con Antonio, un especialista en búsqueda de agua. Al mes vino al campo, me abrió un boquete de 100 metros y se fue dejando el boquete tal cual". Sin embargo, el hombre que excavó el agujero ha desmentido esta versión.

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Pero no solo el pocero duda de la versión del dueño de la finca, también hay un Guardia Civil que investiga el caso que no se cree la versión de David Serrano, según publica El Mundo.

Según le ha dicho el investigador al citado diario, “es imposible que un niño de dos años moviese esos bloques de hormigón”. También ha hablado sobre las primeras declaraciones del dueño de la finca a la Guardia Civil: “En su primera versión cuando llegamos al lugar de los hechos, David no nos habló de que él usase esos bloques de hormigón para tapar el sondeo y se limitó a decir que no sabía que estaba descubierto. Es cierto que estaba muy nervioso. Después ya si nos dijo que había usado esos bloques para cerrarlo. Pensamos que se le ocurrió decir eso cuando vio en las fotografías que tomaron aquel día que esos bloques de hormigón estaban cerca del pozo. Los bloques creemos que se usaron realmente para poner troncos, hacer un fuego y calentar la paella".

El Guardia Civil le da más veracidad a la versión del pocero, Antonio Sánchez, quien afirmó haber tapado el pozo con una piedra y que “ésta había sido movida con la maquinaria que se usó para hacer la zanja en forma de L donde estaba ubicado el pozo”, según ha informado El Mundo.

El agente también habló al periódico sobre David Serrano, diciendo que "con sus palabras al final reconoce que era sabedor de que aquel pozo entrañaba un peligro real y a pesar de todo organizó una paella en una zona de obras ilegales sin garantizar la seguridad de los invitados". Además, el Guardia Civil cree que es más posible que el dueño de la finca sea acusado por homicidio imprudente, y Antonio Sánchez no.

El abogado del dueño de la finca, Antonio Flores, resaltó que los agentes que fueron a Totalán después del accidente no se creían que el niño cayera al pozo. David Serrano habló telefónicamente con ABC Sevilla, y les informó de que los agentes lo primero que hicieron fue buscar al niño por todo el entorno, porque “ni la Guardia Civil se creía que Julen estuviera en el pozo. Los primeros tres días, hasta que no se contrasta el ADN, no se lo creen. Creían que estábamos mintiendo”.

Flores señaló en la rueda de prensa que “el niño debió escurrirse por los dos bloques de hormigón”, y también habló sobre el hecho de que David Serrano diera una rueda de prensa sin aparecer aún como investigado, a lo que el abogado contestó que su cliente sentía “la necesidad” de que debía defender su inocencia por todos los comentarios y ataques que recibía en Internet.