He padecido cáncer. Una enfermedad que te quiebra la vida. La propia y la de los tuyos. Quiero informar sobre una cuestión, profundamente injusta, que está afectando a muchas personas que como yo, han padecido o padecen cáncer.

Todos los años, el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, suscribe un Concierto con Entidades de Seguro privadas a través de distintas mutualidades de funcionarios. La que a mí me afecta es MUFACE (Mutualidad de Funcionarios Civiles del Estado), pero sé que hay otros colectivos de funcionarios/as afectados a través de otras Mutualidades, a las que por cierto nos obligan a pertenecer. Los recortes de este año han sido tan desmesurados, que lo que podríamos llamar “tratamientos caros” se han visto reducidos de una manera brutal. A través de este Concierto los funcionarios pueden elegir la cobertura asistencial que más les interese: Seguridad Social o Entidades privadas. Es un derecho que se les reconoce, libertad de elección. ¿Qué pasaría si hubiera ahora un trasvase masivo de la mayoría de los funcionarios a la Seguridad Social? ¿Lo podría asumir el Sistema?

De las consecuencias de estos recortes, no sé informar de otra manera que exponiendo mi caso, como ejemplo de otros muchos, no sin antes advertir que ni MUFACE a sus mutualistas ni las Entidades de Seguros a sus asegurados, han tenido a bien enviarnos una carta informativa sobre la cuestión.

Yo trabajo desde los 18 años y estuve cotizando a la Seguridad Social gran parte de mi vida laboral. Cuando decidí presentarme a una oposición para ascender y la aprobé, me obligaron a inscribirme en dicha Mutualidad.

Soy una paciente oncológica desde hace dos años tratada en la Unidad de Oncología del Hospital HM Sanchinarro. Allí tengo todos mis médicos, he sido operada 4 veces, tratada, etc., etc., allí están los médicos que me han salvado la vida, los que conocen mi caso en profundidad, están aquellos en los que confío plenamente, y ellos me conocen, saben quien soy, saben todo lo que he padecido, me han apoyado y me han insuflado ánimo en los peores momentos de mi enfermedad. Además, son ellos, esto es lo más importante, los que me están curando. No son entes anónimos, son médicos con nombres y apellidos.

Yo  también tengo nombre y apellidos. Pero me han borrado. Soy un número, formo parte anónima de una estadística. En estos momentos no tengo oncólogo/a ni otros médicos que me traten dadas las secuelas que deja la quimio. Mis médicos han desaparecido. A través del concierto suscrito por MUFACE y las Entidades de Seguro ya no me pueden atender en este Hospital, lo han quitado de la Cartera de servicios asistenciales, como otros hospitales. Y los que han dejado dentro de esta Cartera, curiosamente, son en su mayoría hospitales religiosos ¿Los motivos? Estrictamente económicos e ideológicos. Recortes.

Recortes ciegos que no toman en cuenta a los sujetos. Austeridad ciega que no sabe de las consecuencias subjetivas que afectan a los ciudadanos.

Sí, este capitalismo salvaje sostenido y fomentado por el PP nos convierte en una multitud anónima e inexistente.  Despojados de nuestros derechos fundamentales, como por ejemplo el derecho a la protección de la salud, el derecho a la información o los derechos de la persona (artículo 43, 20 y 10 de la Constitución), nos dejan solos frente a la enfermedad. Sí, denigran nuestros derechos convirtiéndonos en ciudadanos infelices, en ciudadanos tristes, en ciudadanos solitarios e ignorados.

Les aseguro que el cáncer no ha podido conmigo. Le he ganado la batalla. Me quedan secuelas que combatir. Contaba para ello con un equipo médico que conoce mi historia en profundidad, su evolución, los fármacos que han funcionado y los que no. Ese equipo ha desaparecido de mi horizonte.

He ganado la batalla al cáncer, pero también quiero ganarle la batalla a “eso”, a ese otro cáncer que consume a los ciudadanos: el gobierno del PP.

Esther es licenciada en Psicología y funcionaria del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte