El Gobierno ve con buenos ojos la elección del nuevo papa León XIV, al que considera ideológicamente cercano y continuista con Francisco. De él esperan que prosiga la senda de acuerdos cerrados durante el pontificado anterior, según trasladan fuentes gubernamentales.

Aunque es pronto para juzgar teniendo en cuenta que solo han pasado unos días desde la fumata blanca, en Moncloa se agarran a los primeros gestos del pontífice para subrayar que aprecian proximidad con los postulados de Robert Francis Prevost. Ahora, el Ejecutivo debe decidir a quien envía a la próxima gran cita, la misa de apertura del pontificado con la que León XIV iniciará su mandato, el próximo domingo 18 de mayo en la basílica de San Pedro.

Rajoy acudió con su mujer e hijos al inicio del papado de Francisco

Fuentes de Moncloa señalan que están todavía decidiendo quién formará la delegación española, que previsiblemente estará liderada por los Reyes, Felipe VI y Letizia.

Señalan, además, que tendrán en cuenta los antecedentes, es decir, quién acudió por parte española al mismo acto en anteriores ocasiones. En marzo de 2013, a la primera misa que ofició Jorge Bergoglio como papa Francisco, también acudieron los Reyes y buena parte del Gobierno de entonces. Lo hicieron el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy (PP) y su mujer, Elvira Fernández y también los ministros de Exteriores, José Manuel García Margallo; Interior, Jorge Fernández Díaz y Justicia, Alberto Ruíz Gallardón.

Incertidumbre sobre la asistencia de Sánchez

En esta ocasión, Sánchez podría asistir, después de no hacerlo al funeral de Francisco, aunque los días previos encadena una intensa agenda internacional y tendría que viajar directo desde Irak para llegar a tiempo. Dos días antes, el viernes 16 de mayo estará en Tirana (Albania) para participar en la Cumbre de la Comunidad Política Europea. Al día siguiente, el jefe del Ejecutivo estará en Bagdad para participar en la reunión de la Liga Árabe como único dirigente europeo invitado, en la que abordarán la situación en Líbano y, principalmente, el proceso de paz en Gaza.

El Gobierno ha celebrado los primeros gestos del papa, especialmente sus palabras afectuosas hacia Francisco porque, a su juicio, traslucen que será un continuador de su legado. No obstante, consideran que el argentino fue un papa irrepetible y no habrá nadie tan alejado de los elementos ostentosos de la Iglesia.

Indemnizaciones a víctimas de abusos

En cualquier caso, en el Gobierno le dan un gran valor a la trayectoria de Prevost, especialmente a su labor como misionero y al hecho de que decidiese renunciar a una vida acomodada en Estados Unidos para desarrollar su carrera en Perú.

Estos atributos, sumados al nombre de papa que ha elegido, en la estela de León XIII, que hace más de un siglo puso las bases de la doctrina social de la Iglesia, le sitúan, a su juicio, en el lado progresista de la Iglesia. Esperan, por tanto, que exista una buena interlocución para afrontar el tema principal que está pendiente entre el Ejecutivo y la Santa Sede, las indemnizaciones a las víctimas de abuso sexual en el seno de la Iglesia.

En este sentido, el ministro Félix Bolaños, responsable de la interlocución del Gobierno con El Vaticano, se mostró confiado en llegar a una posición común y reiteró que pretenden seguir las recomendaciones emitidas por el Defensor del Pueblo en su informe.

Por otra parte, también están sobre la mesa el régimen fiscal pactado en 2023 con el que se puso fin al trato privilegiado y en virtud del cual se equiparó el régimen fiscal de la Iglesia con el de entidades sin ánimo de lucro, y la resignificación del Valle de los Caídos, , ahora denominado Cuelgamuros, acordada el pasado marzo, manteniendo la gran cruz y la congregación de monjes benedictinos, que seguirá en la basílica. Todos excepto el que fuera prior, Santiago Cantera, opositor a la Ley de Memoria Democrática.

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