El juicio por el fallecimiento de Samuel Luiz, el joven de 24 años que murió tras ser agredido a la salida de un local de ocio, ha comenzado en la Audiencia Provincial de A Coruña. Uno de los cinco acusados supuso que Samuel le estaba grabando, lo que desencadenó la violenta agresión. Dos de los cinco acusados acudieron por la entrada principal al encontrarse en libertad, mientras que los otros tres han estado en prisión provisional desde la noche del incidente, ocurrida el 3 de julio de 2021.
Catherine S.B., la única mujer entre los acusados, llegó acompañada de su abogado, evitando hacer declaraciones tanto a su entrada, bajo una intensa lluvia, como a su salida. Alejandro M.R., otro de los acusados, también se mantuvo en silencio ante los medios. Su abogado, Manuel Ferreiro, defendió la inocencia de su cliente, argumentando la falta de pruebas y negando su participación en el crimen, describiendo a su defendido como "un cobarde, un imbécil, pero no un asesino".
Durante la primera sesión del juicio, se debatió si la orientación sexual de Samuel influyó en la gravedad de la agresión. Las partes acusadoras, que incluyen a la Fiscalía, la acusación particular de la familia y la acusación popular del colectivo LGTBI Alas Coruña, sostienen que sí fue un factor crucial, mientras que las defensas solicitan la absolución de los acusados, argumentando que la agresión no fue motivada por homofobia.
La acusación pide penas que oscilan entre los 22 y los 27 años de prisión. Concretamente, para Diego M.M. y Catherine S.B. se demanda una condena por asesinato con ensañamiento y alevosía, con un agravante por discriminación en relación a la orientación sexual de la víctima. Para ellos dos se piden 25 años de cárcel. Por otro lado, la defensa de Kaio A.S.C. ha defendido que su representado participase activamente en la pelea, limitándose a "separar". Para él se pide la pena más alta, de 27 años de prisión, por presuntamente haber robado el móvil a la víctima.
Continúa este jueves el juicio por el asesinato de Samuel Luiz
El abogado de Diego M.M. afirmó que su cliente estaba bajo los efectos del alcohol y buscaba confrontación, pero negó que la elección de Samuel como víctima estuviera relacionada con su homosexualidad: "La tomó con Samuel como podía ser con cualquiera". Por otro lado, el representante legal del colectivo LGBTBI y la abogada de la familia de Samuel describieron el ataque como una acción premeditada y brutal, enfatizando la severidad y la persistencia de la agresión.
La fiscal del caso calificó los hechos como una "cacería brutal e inhumana", subrayando la hostilidad hacia la orientación sexual de Samuel como un componente clave en la dinámica del ataque. Los defensores de los otros acusados intentaron desvincular a sus clientes del acto violento, argumentando intentos de detener la agresión o negando su participación directa. El juicio continuará este jueves con más testimonios, incluyendo los de los dos acusados que están en libertad, amigos de la víctima que presenciaron los hechos y ciudadanos que intentaron socorrer a Samuel esa trágica noche.