A la hora de comprar, los españoles, como el resto de europeos, nos fijamos en el precio y el sabor de los alimentos, aunque valoramos algo más el primer factor.
Así se desprende del Eurobarómetro de 2025 realizado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que indica que en España el 66% de la población basa en primer lugar su decisión de compra en el coste, frente al 60 % europeo. Nos importa esto más que el sabor, cuyo porcentaje se queda en el 50 % frente al 51 de la UE.
El tercer aspecto que tenemos en cuenta al llenar el carro de la compra y decantarnos por unos productos u otros es la seguridad alimentaria, un factor que valora el 48% de los consumidores, lo que en este caso implica estar dos puntos por encima de la media europea. Otra diferencia entre nuestro país y naciones vecinas es la importancia que otorgamos al contenido nutricional (cantidad de vitaminas, grasas, proteínas, etc.), una cuestión que tiene en cuenta también otro 48% de españoles, frente al 39 % de la UE y que se ha incrementado en tres puntos respecto al anterior barómetro, elaborado en 2022.
Desde los aditivos a los microplásticos
Cada vez son más los consumidores que están al tanto de temas relacionados con la seguridad alimentaria. Si bien lo que más se conoce a este respecto tiene que ver con los aditivos alimentarios (71 %) y los pesticidas (67 %), cada vez hay mayor conocimiento sobre las enfermedades animales, porcentaje que aumenta cinco puntos hasta alcanzar el 65 %; los microplásticos presentes en los alimentos (63 %, con una subida de 8 puntos) y las intoxicaciones alimentarias (62 %, 5 puntos más).
Confianza en las instituciones
El Eurobarómetro de este año de la EFSA refleja también que la confianza de los consumidores en las instituciones está aumentando ligeramente entre tres y cuatro puntos, de manera que ya siete de cada diez ciudadanos confían en las autoridades nacionales y de la UE como fuentes de información sobre los riesgos alimentarios.
En nuestro país, para se exactos, el 69 % de los ciudadanos se fía de las autoridades nacionales a la hora de informarse sobre seguridad alimentaria, 8 puntos más que en la anterior consulta de 2022, y el 77 % lo hace en las de la UE, lo que implica una subida de seis puntos.
“Los esfuerzos que, desde la AESAN, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, y la EFSA estamos realizando, están dando sus frutos y hoy tenemos ciudadanos informados que valoran una alimentación sana, equilibrada y sobre todo segura", afirma Ana López-Santacruz, Directora Ejecutiva de la AESAN, que subraya que "cada vez pesan más en esa decisión de compra criterios como la seguridad o el contenido nutricional“.
En esta misma línea, el director ejecutivo de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), Nikolaus Kriz, sostiene que “ahora son más los europeos que reconocen y confían en el papel esencial de la ciencia en la protección de los alimentos que consumimos cada día". Sin embargo, advierte: "La confianza por sí sola no llega, las personas necesitan consejos claros y prácticos que puedan utilizar". De ahí, explica, la campaña que han venido desarrollando en los últimos cinco años, Safe2Eat, y que persigue convertir la ciencia compleja en consejos prácticos que ayuden a "tomar decisiones alimentarias más seguras y mejor informadas”. La iniciativa ofrece a la ciudadanía recomendaciones basadas en pruebas científicas, pues, el 84% de los europeos confía en los científicos de las instituciones públicas.
En Safe2Eat los interesados pueden consultar cuestiones que van desde la fecha de caducidad o consumo preferente del etiquetado, hasta cómo manipular los alimentos de forma segura, pasando por alérgenos, aditivos, toxiinfección alimentaria, nuevos alimentos, etc.
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