España ha recibido un total de 121.990 solicitudes de asilo entre enero y octubre de 2025, según los datos provisionales publicados por el Ministerio del Interior y recogidos por Europa Press. La cifra consolida un nuevo récord histórico de peticiones de protección internacional, impulsado por el incremento de llegadas desde Latinoamérica.

Del total, 71.241 solicitudes corresponden a personas procedentes de Venezuela, lo que representa cerca del 60% del total nacional. A continuación se sitúan Mali (13.121), Colombia (12.829), Perú (3.169) y Senegal (3.116).

La gran mayoría, 114.423 solicitudes, se han presentado en territorio nacional, mientras que otras 5.001 se registraron en puestos fronterizos, 708 en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y 1.858 en embajadas españolas.

Madrid, Andalucía y Cataluña concentran la mayoría de las peticiones

Por distribución territorial, la Comunidad de Madrid se mantiene como el principal punto de llegada y tramitación, con 36.208 solicitudes, lo que supone casi una de cada tres presentadas en el país. Le siguen Andalucía (17.118), Cataluña (14.176), Canarias (6.589) y País Vasco (6.141).

En conjunto, más del 65% de las solicitudes de asilo en España se concentran en estas cinco comunidades autónomas, que siguen soportando la mayor presión administrativa y humanitaria del sistema de acogida.

El informe del Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, refleja que entre enero y octubre se han registrado 57.337 denegaciones de protección internacional. Colombia encabeza la lista de resoluciones desfavorables, con 25.380 casos.

Por su parte, las resoluciones favorables ascienden a 14.026, mientras que otras 47.196 personas han recibido protección por razones humanitarias, una vía cada vez más utilizada en los casos procedentes de Venezuela.

Entre los países con mayor porcentaje de reconocimiento destacan la República Centroafricana (100%), Mali (98,15%), Burkina Faso (96,30%), Libia (94,12%) y Somalia (93,28%), todos ellos marcados por conflictos armados y graves crisis políticas.

El documento también detalla la composición demográfica de los solicitantes: el grupo de 18 a 34 años representa la mayoría, con 63.050 solicitudes, seguido por el de 35 a 64 años, con 35.682. Los menores de 18 años suman 21.723.

Esto refleja un perfil eminentemente joven y latinoamericano, en el que los venezolanos y colombianos concentran el grueso de las peticiones, seguidos de ciudadanos procedentes del Sahel y África Occidental.

Un desafío estructural para el sistema de acogida

Con estos datos, España se consolida como uno de los principales receptores de solicitudes de asilo en Europa, solo por detrás de Alemania y Francia, según las comparativas comunitarias más recientes. El incremento sostenido de las peticiones —que supera ya con creces las cifras registradas antes de la pandemia— pone de relieve las debilidades estructurales del sistema de acogida español, diseñado en un principio para gestionar un volumen mucho menor.

El aumento de llegadas, especialmente procedentes de América Latina, ha obligado a reforzar las oficinas de asilo y refugio, así como los centros de acogida humanitaria, donde se acumulan retrasos de hasta un año en la resolución de expedientes. En comunidades como Madrid, Andalucía o Canarias, los recursos públicos se encuentran al límite, y los ayuntamientos denuncian falta de coordinación interinstitucional para atender a los recién llegados.

Además, los expertos advierten de que el sistema no distingue con suficiente agilidad entre perfiles de protección internacional y otros migratorios, lo que ralentiza los procesos y genera inseguridad jurídica entre los solicitantes. “España se ha convertido en una puerta de entrada para miles de personas que huyen de crisis políticas o económicas, pero el marco de acogida no ha evolucionado al mismo ritmo”, sostienen fuentes de organizaciones especializadas en derechos humanos.

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