En la Comunidad de Madrid no es necesario que ningún espontáneo, al estilo Marta Sánchez, se lance al ruedo y cree una letra al himno regional, porque éste ya cuenta con una, aunque, en este caso, el problema es que son pocos los madrileños que saben de la existencia de este símbolo autonómico y casi nadie lo canta.

Hoy domingo hace justamente 35 años que se firmó el Estatuto de Autonomía en el Castillo de Manzanares del Real, con el que nació una región en la que todo estaba por crearse, incluidos sus símbolos.

En su artículo 4, el Estatuto establece que la bandera autonómica es de color rojo carmesí con siete estrellas en blanco, de cinco puntas, colocadas cuatro y tres en el centro del lienzo, mientras que el escudo y el himno serían los recogidos en una ley que debía aprobar la Asamblea.

En junio de 1983, el socialista Joaquín Leguina se convirtió en el primer presidente de la Comunidad de Madrid y se puso manos a la obra para que los madrileños también tuvieran himno y escudo.

De la definición del escudo y la bandera se encargó Santiago Amón, quien años más tarde, en 1998, murió en un accidente de helicóptero en la sierra de La Cabrera junto a la entonces directora general de Tráfico, Rosa de Lima Manzano.

Los encargados hacer del himno fueron Pablo Sorozábal Serrano y Agustín García Calvo; el primero es el autor de la composición y el segundo, de la letra.

Pablo Sorozábal Serrano, hijo del famoso autor de zarzuela Pablo Sorozábal Mariezcurrena, compuso de manera desinteresada la música del himno y así se lo hizo saber en una carta a Joaquín Leguina. "Le ruego acepte mi renuncia a dichos honorarios y la interprete como un acto de solidaridad hacia usted y sus colaboradores ante las, por desdicha, previsibles campañas contra esta empresa que han de desatar sin duda poderosos grupos portavoces de intereses e ideologías antipopulares", le explicó el compositor al presidente madrileño.

García Calvo, escritor, poeta, ensayista, pensador, tres veces premio nacional -Ensayo en 1990, Literatura Dramática en 1999 y Traducción al conjunto de su obra en 2006- y uno de los tres catedráticos que más persiguió el régimen franquista, junto a Enrique Tierno Galván y José Luis López Aranguren, cobró de forma simbólica una peseta por escribir el texto.

"Yo estaba en el medio:/ giraban las otras en corro y yo era el centro./ Ya el corro se rompe,/ ya se hacen Estado los pueblos,/ y aquí de vacío girando sola me quedo", así arranca la letra del himno de la Comunidad de Madrid.

García Calvo escribió el texto en el momento en el que, tras Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía, estaban echando a andar el resto de las comunidades autónomas: "Ya el corro se rompe, / ya se hacen Estado los pueblos, / y aquí de vacío girando sola me quedo. / Cada cual quiere ser cada una; / no voy a ser menos: / ¡Madrid, uno, libre, redondo, /autónomo, entero!".

Tras subrayar que la Comunidad madrileña está "en medio del medio" y hacer un repaso por la geografía de la región, la letra concluye con el clásico y popular dicho "de Madrid al cielo".

El 23 de diciembre de 1983, la Asamblea aprobó la "Ley de la bandera, escudo e himno de la Comunidad de Madrid", que recoge una versión íntegra para coro mixto y banda y otra abreviada para banda y sin coro, es decir, sólo musical. Esta última es la que se utiliza en contadas ocasiones, como en los actos institucionales de la fiesta de la Comunidad del Dos de Mayo.

Sin embargo, el himno de la Comunidad ha tenido poco éxito y no ha calado en el imaginario colectivo de la sociedad madrileña, ya que es escasamente conocido