La autovía M-30 de Madrid, una de las principales y más transitadas vías españolas, se ha llenado de corazones de todos los colores.  Un graffitero anónimo ha otorgado un espíruto positivo a uno de los lugares más monotos y frustrantes de la capital.

Un trayecto tedioso y aburrido puede levantar el ánimo de los conductores gracias a la acción artística. "He ido viendo cada día cada vez más corazones. Al principio pensé que se trataba de un simple dibujo. Al ver que había más y más entendí el mensaje, el de un artista cuyo objetivo era alegrar el día a los conductores. A mi, aunque parezca una tontería, lo hace", cuenta a ELPLURAL.COM Gonzalo, trabajador madrileño que recorre cada día la M-30.

Algo parecido le pasa a Sandra, quien espera que los corazones no sean borrados. "Ojalá no los eleminen. Ver el colorido ayuda en el trayecto diario y la verdad es que me saca una sonrisa", confiesa. 

Pero hay muchos más como Gonzalo y Sandra. Buen número de conductores ha querido  retratar los corazones y subirlos a las redes sociales. Es el caso de Marta Galán Salcedo a quien el propio artista le ha escrito personalemente: “Gracias, me alegra saber que mis corazones os hacen sonreir y os ayudan a  contagiar un poco de amor”.