Una madre mallorquina ha relatado una durísima historia en relación al féretro de su hija de tan solo 19 años, que ha denunciado que fue perdido por parte de la aerolínea Air Europa. Lo ha hecho en una entrevista con el periódico Levante, en la que ha puesto palabras al dolor que le ocasionó esta lamentable pérdida de los restos mortales de su hija.

La mujer ha relatado que, además de tener que hacer frente a la difícil pérdida de su hija, ha tenido que soportar que las compañías aéreas le hayan perdido los restos mortales durante horas. “Afronté la muerte de mi hija, y después, tuve que soportar que las compañías perdieran el féretro durante horas. Nadie me daba ninguna información, nadie sabía dónde estaba el cuerpo”, ha lamentado.

La compañía pierde el ataúd

Los hechos se remontan al mes de octubre de 2021, cuando su hija de 19 años viajó a Barcelona para pasar unos días libres y, desafortunadamente, falleció en un accidente de coche. Ante lo sucedido, la madre y su hermana gemela viajaron desde Mallorca hasta la Ciudad Condal para hacerse cargo de los restos de la joven fallecida.

Pero los trámites no fueron fáciles, tal como ella misma ha relatado en la misma entrevista. Fueron cuatro días de intensas gestiones de burocracia hasta que pudieron tener los permisos y los documentos en regla para poder trasladar el cadáver hasta Mallorca a través del transporte aéreo.

Presuntamente, el cuerpo sin vida de la joven sería trasladado también con la aerolínea Air Europa, pero la sorpresa llegó en el momento en el que se iba a celebrar el velatorio, ya que la empresa funeraria informó a la familia de que los restos no habían llegado hasta Son Sant Joan, en Mallorca. “Nadie sabía nada. Me dijeron que la aerolínea había perdido el ataúd. Tuvieron que atendernos a mí y a mi hija por un ataque de ansiedad”, ha denunciado.

“Todavía no sé dónde estuvo el cuerpo de mi hija durante ese día. Nadie me lo sabe explicar. La falta de comunicación ha sido inhumana”, ha añadido, criticando la falta de tacto por parte de la compañía en una situación como la suya.

No obstante, el cadáver de la joven fue localizado al día siguiente, el 26 de octubre de 2021. Fue este día cuando la aerolínea se puso en contacto con la madre para informarle de que el cuerpo sin vida de su hija llegaría a la isla balear en las próximas horas.

Un dolor inhumano ante la muerte de la joven

Y es que tal como la madre afectada ha denunciado, al difícil trance de enfrentarse a la muerte de un hijo, ha tenido que soportar la pérdida de su ataúd y la falta de tacto por parte de quienes lo perdieron. De este modo, ha asegurado en la entrevista en Levante que la familia ha recibido una compensación económica de 300 euros por haberse perdido el féretro, pero insuficiente porque ella es otra cosa lo que pide: “Les reclamo los gastos de los cambios de horario en la despedida de mi hija (que se tuvo que posponer al día siguiente, y luego ese día se tuvo que aplazar porque el avión llegó con retraso), así como los gastos de los tres días que estuve en Barcelona esperando a viajar con su hermana”.

“En cuanto al valor moral, es imposible de contabilizar”, ha pronunciado con severo dolor la madre, asegurando que esto le ha causado una gran tristeza y conmoción.

La versión de la aerolínea por la pérdida del ataúd

Al tener constancia de este duro suceso, con declaraciones de la propia madre, el periódico Levante se ha puesto en contacto con la aerolínea, Air Europa, para conocer y poder mostrar su versión ante lo sucedido en octubre de 2021.

Es así como fuentes de la compañía han asegurado al periódico anteriormente citado “que el traslado del féretro no se pudo realizar el día 25 porque la entidad competente no entregó a tiempo la documentación reglamentaria”. “El ataúd se transportó al día siguiente”, han añadido las mismas fuentes, comentando también que se hizo “después de que la empresa hiciera entrega de dicha documentación”.

Ante todo, la madre mallorquina ha denunciado la “inhumanidad” de las empresas que provocaron el extravío del ataúd en el que se encontraban los restos mortales de su hija, que había fallecido en un accidente en Barcelona y debía ser trasladada a Mallorca. “El dolor es insoportable. Afronté la muerte de mi hija, y después, tuve que soportar que las compañías perdieran el féretro durante horas. Nadie me daba ninguna información”, son quizá las declaraciones más duras de la madre en la entrevista con el periódico Levante.