Serena Williams no seguirá jugando al tenis profesionalmente tras el US Open, que se disputa a finales de agosto. La deportista estadounidense, considerada por muchos la mejor tenista de la historia, anunciaba su retirada el pasado martes a través de una carta abierta en la revista Vogue, en la que señalaba que estaba “preparada para lo que viene después”, pese a admitir que “es lo más duro que podría haber imaginado”.

“He sido reacia a admitir que tengo que dejar de jugar al tenis. Es como un tema tabú. Aparece y empiezo a llorar. Creo que la única persona con la que realmente he ido allí es mi terapeuta […] Quizás la mejor palabra para describir lo que estoy haciendo es evolución. Estoy aquí para decirles que me estoy alejando del tenis, hacia otras cosas que son importantes para mí. Hace unos años comencé discretamente Serena Ventures, una firma de capital de riesgo. Poco después de eso, formé una familia. Quiero hacer crecer esa familia”, reconocía Serena Williams, que en septiembre cumplirá 41 años.

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El legado feminista de Serena Williams

Tras conocerse la noticia de su retirada, miles de personas no han dudado en alabar su legado, poniendo en valor todo lo logrado dentro de las pistas -acumula 23 Grand Slams (siete Opens de Australia, siete Wimbledons, tres Roland Garros y seis US Open) y es la mujer que más tiempo ha estado ocupado el número 1 del ránking WTA con 319 semanas, entre otros éxitos-.

Sin embargo, Williams no solo deja a sus espaldas una trayectoria difícil de igualar dentro de las canchas. Su carrera también ha estado marcada por una férrea oposición al racismo y el machismo. En este sentido, las redes han vuelto a rescatar unas contundentes palabras que pronunció en julio de 2019, tras ser preguntada por las críticas que estaba recibiendo en ese momento por, supuestamente, concentrarse más en defender el feminismo que en mejorar su nivel de tenis.

El día en que pare de luchar por la igualdad y por gente como tú y yo, será el día que esté en la tumba”, subrayó Williams en la rueda de prensa posterior a perder la final de Wimbledon contra la rumana Simona Halep.

“Obviamente mis pensamientos no son los mismos que tenía con 20 años. Ahora en cada final que juego todo el mundo espera que pueda salir victoriosa. En estos últimos meses, cada final que he disputado he tenido que hacer un enorme esfuerzo para llegar a la misma”, añadió.