Las infecciones venéreas se han convertido en una de las enfermedades más comunes en una sociedad globalizada. De hecho, al día, más de un millón de personas contrae una infección de transmisión sexual (ETS) en el mundo. Al menos, hasta la llegada del Covid 19.

Según la Academia Española de Dermatología y Veneorología (AEDV), las medidas de distanciamiento físico y especialmente el confinamiento durante los primeros meses de la pandemia han tenido un impacto directo sobre la propagación de las ETS. De hecho, se ha detectado una disminución de hasta un 80 por ciento en algunas de las enfermedades más típicas de este tipo. Es decir, desde el año 2003, éste puede marcarse en el calendario como el primero en el que las ETS han decrecido en nuestro país.

Concretamente, según un estudio del centro de investigación Johns Hopkins, la clamidia es la enfermedad que más se ha reducido desde que comenzara la pandemia experimentando un descenso de hasta el 20 por ciento de los casos, seguida de la sífilis, con un descenso del 5,5 por ciento y de la gonorrea, con un descenso del 3 por ciento de los casos. La disminución de los encuentros sexuales esporádicos y de la actividad sexual durante el encierro ha colaborado, sin lugar a dudas, a que puedan registrarse estas cifras.

Por otro lado, desde la Asociación T4, dedicada a la defensa de los derechos de las personas afectadas por VIH, se ofrecen algunos consejos para evitar el contagio de ETS, especialmente durante el periodo en el que el Covid 19 siga azotándonos. Algunas pasan por “reducir al mínimo las relaciones sexuales con personas no convivientes o usar preservativos y barreras dentales en los casos de sexo oral-anal”.

Desde otro punto de vista, algunas asociaciones de profesionales denuncian la desatención que han sufrido durante este periodo estas patologías y el cierre de muchas de las clínicas especializadas en enfermedades de transmisión sexual, sobre todo durante los primeros meses de la pandemia en los que los hospitales se centraron en la detección de los casos de Covid 19. Precisamente, este factor podría haber colaborado al descenso de las cifras que hoy se registran debido a la dificultad en la detección precoz de este tipo de enfermedades y al acceso a la atención primaria que han sufrido muchos pacientes. “Como los datos reflejan, los pacientes aportados por los centros especializados en ITS fueron muchos más que los aportados por los hospitales. Hay que tener en cuenta que en esos meses disminuyó significativamente el número de personas que acudían a los hospitales por miedo al contagio y, además, los servicios de Microbiología en muchos centros hospitalarios estaban saturados y centrados en la atención al SARS-CoV-2”, explica la Dra. Elena Sendagorta Cudós, coautora del estudio sobre la incidencia de las ITS en tiempos del Covid y especialista en Dermatología en el Hospital de La Paz (Madrid).

Según el mismo estudio, “el mayor número de casos se dio entre los 20 y 40 años, (68,57 por ciento) y su distribución por género muestra que el 86,47 por ciento de las ITS se diagnosticó en hombres”.

Descienden los casos de gripe común

A diferencia de años anteriores, en este 2020 también se ha percibido un descenso en los casos de gripe común. Según la Sociedad Española de Inmunología esto se debe a que las medidas de distanciamiento físico, el uso de mascarilla y de geleshidroalcohólicos o los periodos de aislamientohan colaborado a proteger a los ciudadanos -especialmente a los mas vulnerables- de la propagación de otros virus, sobre todo durante el periodo de invierno. Es el caso de la gripe estacional. De hecho, según la revista científica The Nature, el periodo gripal podría haberse acortado en hasta seis semanas.

Por otro lado, el Sistema de Vigilancia de Gripe y otros Virus Respiratorios en España recalca que, parte del ‘éxito’ en cuanto a la disminución de la propagación del virus de la gripe de debe a los programas de vacunación masivos que se han llevado a cabo, especialmente en los centros ambulatorios.