El cáncer es una enfermedad que jamás olvidan quienes han logrado superarla, pero además, hasta hace solo dos años, estos pacientes se encontraban importantes limitaciones posteriores no relacionadas con su salud, sino con, por ejemplo, poder solicitar un seguro o renovar el carnet de conducir. 

En junio de 2023 se aprobó el Real Decreto‑ley 5/2023, que regula el derecho al olvido oncológico en nuestro país. Transcurridos cinco años desde el fin del tratamiento radical, si no ha habido recaída, se considera nula cualquier cláusula que deniegue, diferencie condiciones o discrimine a una persona por haber padecido cáncer.

Esto supone que las compañías no pueden aplicar un protocolo distinto ni condiciones más onerosas o que, si se ha superado enfermedad y hay informe médico favorable, tampoco es necesario renovarse el permiso de conducir con mayor frecuencia. 

En caso de que haya una recaída durante el seguro vigente, no hay obligación de comunicarla, pero ambas partes pueden optar por no renovar. Eso sí, se requiere notificación escrita previa de dos meses para la aseguradora y un mes para el tomador. 

Las secuelas que existan derivadas de la enfermedad o de los tratamientos solo deben declararse si figuran en el cuestionario en el momento de la contratación, no si surgen tras esta. 

Pese a la existencia de esta regulación, todavía hay pacientes que se encuentran problemas al respecto. 

Por ello, para avanzar en este sentido, la Asociación Española contra el Cáncer y la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) han firmado recientemente un protocolo de colaboración con el objetivo principal de establecer un cauce de comunicación permanente entre ambas entidades.

Dentro de este marco, se pondrá en marcha un Grupo de Trabajo que se reunirá de forma periódica con el fin de impulsar el desarrollo del derecho al olvido oncológico e identificar situaciones concretas en las que las personas que han superado un cáncer consideren que no se está cumpliendo con la normativa en materia de no discriminación establecida en la Ley de Contrato de Seguro. Así, se trasladará el caso a las entidades aseguradoras para que sean conocedoras del mismo, lo varen y apliquen las medidas correctoras pertinentes.

"La regulación al derecho al olvido del paciente oncológico ha sido un gran paso para la protección social de los pacientes de cáncer y con este acuerdo seguimos trabajando para garantizar este derecho", subraya Ramón Reyes, presidente de la AECC. 

Por su parte, la presidenta de UNESPA, Mirenchu del Valle, añade qye "este acuerdo permite poner de relevancia la importancia que tiene para el sector asegurador dar respuesta a las necesidades del conjunto de la sociedad y, particularmente, a las de las personas que han superado un cáncer".

El protocolo suscrito por estas dos asociaciones también contempla fomentar programas de formación para el personal de las entidades de UNESPA sobre la contratación de seguros por parte de personas con cáncer o que hayan superado esta enfermedad y organizar jornadas formativas conjuntas.

Servicio jurídico de la AECC

Actualmente, la Asociación Española contra el Cáncer cuenta con un servicio jurídico para resolver dudas concretas. Los interesados pueden utilizar para ello el teléfono 900 100 036. Del mismo modo, es posible encontrar material e información de interés para pacientes y familiares a través del blog de la asociación y de la web corporativa.

La entidad da respuesta a todas las preguntas que puedan surgir en relación al derecho al olvido oncológico, desde a quién se aplica, hasta qué hacer si se encuentran dificultades para contratar o renovar un seguro, pasando por otras cuestiones como qué ocurre si se es paciente oncológico crónico, qué se considera terapia adyuvante, o si pueden eliminar los datos médicos anteriores de las bases de datos de las empresas.

Un problema sociosanitario

El cáncer es a día de hoy el problema sociosanitario más importante de España. Según datos del Observatorio Contra el Cáncer, en 2024 se detectaron más de 290.400 nuevos casos y la difra seguirá en aumento. Se estima que en 2030, el número de diagnósticos anuales superará los 300.000 y que aproximadamente 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres tendrá que hacer frente a esta patología en algún momento de su vida.

Mientras, la investigación avanza y los tratamientos dan nuevas oportunidades a los afectados. En nuestro país, son más de 2,2 los millones de supervivientes.

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