Este martes ha comenzado en Tailandia el juicio contra Daniel Sancho por el presunto asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Un proceso que ha sido muy mediático desde el mismo día en el que se conoció el suceso pero al que, sin embargo, no ha podido acceder los medios de comunicación a la sala donde se está desarrollando la causa. Pero esto no ha impedido a la prensa conocer algunos datos de las primeras declaraciones del acusado, que ha estallado por todo lo publicado. "Hay muchas mentiras", ha dicho visiblemente molesto. 

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Sancho explota en el juicio

Según ha contado a última hora de este martes el diario Código 10, las primeras palabras de Sancho en el juicio han demostrado el estado de ánimo en el que este se encuentra. Cabe destacar que el actor Rodolfo Sancho, padre del chef, ha estado presente en la sala y de hecho Daniel se ha dirigido a él en varias ocasiones a lo largo de la jornada. "Daniel ha comparecido esposado de pies y manos y con el pelo rapado", han revelado en el programa de Cuatro emitido este 9 de abril.

Precismaente la presencia del progenitor ha sorprendido a la abogada Bárbara Royo, presente en el plató, que ha sostenido que "si va a testificar, no debería estar en la sala como público". Pero lo más llamativo ha sido los datos que han aportado sobre las reacciones del acusado durante la primera jornada del juicio, centrada en las declaraciones de algunos de los testigos de lo sucedido con Arrieta. 

"A primera hora no mostró ningún tipo de emoción", ha explicado María Espínola, enviada especial en Tailandia y quien ha revelado que su estado de ánimo fueron cambiando a medida que avanzaban las horas. "En numerosas ocasiones se le ha visto nervioso, cuchichear y mirar para atrás para apoyarse en Rodolfo", ha relatado la periodista.

Según han contado en Código 10, Sancho se puso especialmente nervioso al hablar sobre los cuchillos presuntamente utilizados en el crimen. "¡No paran de mentir!", "¡esto no hay quien se lo crea!", o "¡el cuchillo no estaba!" han sido algunas de las frases que el acusado ha exclamado durante este primer día de juicio.  "Aquí hay muchas mentiras, me estoy jugando la vida", ha llegado a sostener Daniel, recordando que una de las posibilidades a las que se enfrenta es a la condena de pena de muerte.

Esta actitud podría ser normal debido a la situación que está teniendo que vivir el joven chef, pero puede ser contraproducente. Así lo ha dejado caer el médico y psiquiatra José Miguel Gaona, desde plató, quien ha afirmado que esta situación no ayuda en nada al cocinero. "En Tailandia son muy respetuosos con las autoridades y que venga un extranjero a armar un pollo no le está haciendo ningún favor", ha explicado.

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El juez llama la atención a Sancho

Según ha trascendido, la primera sesión del juicio contra Sancho ha estado centrada únicamente a escuchar la declaración de cuatro testigos de la Fiscalía: la mujer que encontró los primeros restos del cadáver de Arrieta; otra que alquiló una motocicleta al joven de 29 años y dos empleados de los hoteles en los que se alojó desde su llegada a Tailandia. Sin embargo, la dueña del hotel en el que se cometió el crimen se ha convertido también en protagonista de uno de los momentos más sorprendentes de la primera jornada del juicio.

Y es que al acusado se le ha permitido hacer preguntas a los declarantes, tal y como ha contado el abogado en España de la familia de Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, tras la sesión. Una de estas cuestiones, según ha publicado el diario La Razón, no ha gustado nada al juez, que ha tenido que llamar la atención de Sancho. De hecho, le ha pedido que, si va a preguntar a los testigos, lo haga con cuestiones "pertinentes" que puedan esclarecer lo ocurrido.

Sancho habría preguntado a la propietaria de la villa en la que se alojaban por qué tardó unas dos semanas en entregar a las autoridades policiales el cuchillo en el que posteriormente encontraron sus restos de ADN. Una interrogación que no ha sentado nada bien a los jueces del juicio contra el chef, que está previso que se alargue hasta el próximo 3 de mayo. Eso sí, puede que pasen hasta entre 4 y 8 semanas para que se haga pública la sentencia contra él, que podría condenarlo a la temida la pena de muerte.

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