Sheldon Cooper ha hecho ciencia incluso al otro lado de la pantalla, en la vida real. Y es que el inefable “¡Bazinga!” de este personaje de The Big Bang Theory ha permitido a Na Hyun Jo, una científica recién graduada de la Universidad de Iowa, descubrir un nuevo compuesto químico. La ficción, de nuevo, inspira a la ciencia, y este camino de la pantalla al laboratorio ya se había recorrido antes, por ejemplo cuando algunas películas se adelantaron a los desarrollos científicos con los postulados que contenían sus tramas: Regreso al futuro, Blade Runner, La guerra de las galaxias, Matrix… Pero volvamos a esta creación de Chuck Lorre, icónica entre las sitcoms de los últimos diez años (se cumplirá una década de su estreno en septiembre), y en la que se narra la vida cotidiana de un grupo de científicos nerds que trabaja en Pasadena. Un día, la investigadora en cuestión llegó a casa, y como los científicos también se relajan viendo la tele, se puso la serie. Sheldon Cooper, personaje interpretado por el actor Jim Parsons, soltó entonces uno de sus habituales “bazinga!”, una expresión muy suya, que utiliza como grito de revancha, y que une los elementos de bario, zinc y galio. La científica, entonces, se preguntó si alguien habría tratado de crear ese compuesto, que, intuyó, podría servir de superconductor de altas temperaturas, o de cuasicristal.

Un resultado distinto al esperado

Pero el experimento, que llevó a cabo con su equipo, liderado por el jefe de su grupo de investigación, Paul C. Canfield, no concluyó como esperaba, el compuesto no ha resultado tener propiedades extraordinarias. Aunque sí se puede afirmar que se ha creado una nueva estructura ternaria y cristalina de bario, zinc y galio, con el nombre BaZnGa en honor a la serie que la inspiró. La experimentación en la ciencia es tan importante como la teoría.

Guiones con asesores científicos

No es tan sorprendente que The Big Bang Theory sea capaz de interpelar a los científicos, a fin de cuentas su equipo de guionistas cuenta con un asesor, David Saltzberg, que es físico y astrónomo, profesor en la Universidad de California, licenciado en Princeton y doctorado en Chicago. Saltzberg trabaja en los diálogos y tramas de cada capítulo de la serie, incorporando comentarios y chistes científicos. También supervisa las ecuaciones que figuran en las pizarras en las que, con frecuencia, trabajan los protagonistas. Es una herencia saludable de 2001: Un odisea en el espacio, la película que rodó Stanley Kubrick en 1968, pionera como obra de ficción basada en un trabajo de documentación científica. Este tipo de asesoramiento se ha ido asentando, después, como norma en las series estadounidenses cuyas tramas están vinculadas a la ciencia, como Breaking Bad, cuyos guionistas fueron asesorados por  Donna J. Nelson, profesora de química en la Universidad de Oklahoma, o Doctor House, detrás cuyos diálogos y argumentos estaba el médico John Sotos. Incluso en otros temas como la política se busca ser escrupuloso: Jay Carson, funcionario retirado del gobierno de Bill Clinton, es el encargado de hacer realista y verosímil la trama de House of Cards, una visión a lo Shakespeare de la Casa Blanca, protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright.