Diferentes colectivos sociales y destacadas figuras del mundo de la cultura en España se han concentrado este miércoles en las puertas del Congreso de los Diputados para protestar contra lo que de puertas para dentro se debatía, el plan de rearme europeo presentado por la Comisión Europea y ratificado por el Gobierno de España.

En el contexto de una necesidad de aumento del gasto de defensa, acentuada todavía más por la situación geopolítica que se vive actualmente en el continente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la intención y el compromiso por parte del Ejecutivo central de que la inversión en defensa alcance el 2% del PIB antes de 2029, en línea con las peticiones de la Unión Europea y la OTAN.

Sin embargo, una marea de personalidades de la cultura del país, así como activistas por los derechos sociales, ha reflejado ante los leones del Congreso la cara B de este anuncio. Con la actriz Carolina Yuste y el actor Juan Diego Botto como portavoces, los allí presentes han leído un comunicado en el que han expresado su rechazo al rearme europeo, titulado como ‘No nos resignamos al rearme y a la guerra en Europa’. “El rearme de Europa no traerá la paz, no contribuirá a la distensión, sino que nos acercará aún más a la guerra”, han defendido. 

Aunque la voz de los dos actores citados anteriormente ha sido la que ha reflejado el rechazo, Yuste y Botto han estado respaldados por otras figuras reconocidas del mundo del arte como Javier Bardem, Luis Tosar, Aitana Sánchez Gijón, Alberto San Juan, Ana Turpin, Guillermo Toledo, Nur Levi, Nathalie Poza, Gorka Otxoa, Fele Martínez, Sergio Peris-Mencheta o los cantautores Rozalen, Marwan, Luis Pastos o Amparo Sánchez (Amparanoia). A ellos también se han unido diferentes diputados de Sumar, Podemos, Bildu y BNG.

En el manifiesto que han leído a las puertas del Congreso lamentan que no se aboquen los mismos recursos y esfuerzos a derechos sociales como se pretende ahora hacer con el ámbito de la defensa. “¿Qué parte de esos miles de millones va destinada a mejorar la educación, la sanidad, la terrible situación de la vivienda, la precariedad en la cultura, la armonía medioambiental o la solidaridad internacional? ¿No sería necesario invertir en mayores esfuerzos políticos y diplomáticos que ante las amenazas de agresión busquen caminos de diálogo todavía no explorados?”, han señalado en el comunicado. 

En esta misma línea, han insistido en que el plan de rearme “no traerá la paz, no contribuirá a la distensión” y provocará un acercamiento a la guerra. “Los contextos militaristas suelen ir acompañados además de retrocesos en derechos, libertades y políticas sociales”, además de crear “miedo y alarma social, escenario idóneo para normalizar mecanismos de represión y de autoritarismo”. Asimismo, recuerdan el arraigo de España con los movimientos pacifistas y el compromiso de luchar contra la guerra. “La ciudadanía de nuestro país ha demostrado sobradamente en el pasado su compromiso con la paz y con las políticas antibelicistas. Forman parte de nuestra memoria colectiva reciente las multitudinarias manifestaciones en contra de la guerra de Irak impulsada de manera ilegal por el Gobierno de José María Aznar, el movimiento de rechazo a la permanencia de nuestro país en la OTAN”, reza el comunicado. 

Advierten del detrimento de la inversión social

Entre otras cosas, las personalidades que se han concentrado a las puertas del Congreso para expresar su rechazo han insistido también en el riesgo de que este aumento de inversión en defensa provoque retrocesos en políticas sociales y recorte del presupuesto en estas partidas. “No podemos ni queremos aceptar que el dinero de nuestros hospitales públicos, nuestras escuelas y nuestras Universidades públicas, nuestro sistema de atención a la dependencia, nuestras políticas de protección y de cobertura social vaya a estar destinado a comprar tanques, fusiles, cazas y misiles para la guerra, porque así lo hayan decidido las élites belicistas que gobiernan actualmente Europa y los EEUU”, han señalado tajantes. 

Por ello, añaden que la “verdadera seguridad” la aportan las pensiones, los médicos de la sanidad pública, los tratamientos gratuitos en hospitales públicos o las escuelas y universidades públicas. “No nos resignamos a la guerra, porque no queremos la paz de los cementerios, porque la historia nos demuestra que el único camino realista para conseguir la paz no es militar, sino político. Pónganse manos a la obra y trabajen por la paz, se lo exigimos”, sentencian.