Dicen los expertos que montar en bicicleta marca un antes y un después en el desarrollo físico y emocional de los niños,, ya que fomenta su autonomía, la coordinación y la autoestima. Lo cierto es que la bici está ligada a la memoria de la infancia de muchas personas, que recuerdan con nitidez y cariño aquella BH que le trajeron los Reyes Magos o la primera vez que echaron la vista atrás y vieron cómo pedaleaban sin ayuda.
Las vacaciones de verano pueden ser el momento ideal para que los más pequeños se adentren en esta práctica. Sin embargo, entre los padres hay dudas sobre a qué edad lanzarse a esta aventura.
Según especialistas de la empresa Cleverea, la edad recomendada para empezar a montar en bicicleta está entre los 3 y los 6 años, que es cuando los niños han desarrollado ya cierto control motor, equilibrio y capacidad para seguir instrucciones simples.
"A los 3 o 4 años los niños pueden comenzar a utilizar bicicletas de equilibrio, que no tienen pedales, lo que les permite aprender y ganar autonomía rápidamente", apunta Javier Bosch, Consejero Delegado de esta empresa de seguros online.
.Cuando ya han ganado confianza y coordinación, en torno a los 5 o 6 años, "está preperado para pasar a una bicileta con pedales". En este sentido, precisa que si el menor ha utilizado una bicicleta de equilibrio es muy probable que no necesite ruedas de apoyo.
Bosch indica que es "importante respetar los tiempos de cada niño" ya que "algunos mostrarán interés y seguridad antes, y otros más tarde". Si hay presón de los padres, puede acabar generándose rechazo, por lo que es fundamental que el enfoque sea "positivo y paciente", lo que suele ser mucho más efectivo.
Enseñar a montar en bicicleta paso a paso
Enseñar a montar en bicicleta es sencillo si se conocen los pasos y puede resultar muy gratificante. "Es un proceso que requiere paciencia, pero el resultado vale la pena", apunta este especialista, que subraya que "verles montar solos, con una sonrisa de orgullo, es uno de esos momentos que no se olvidan". A la hora de ponerse manos a la obra, esta empresa hace las siguientes recomendaciones:
1. Utilizar equipos de protección
Si el niño está protegido se siente más seguro. Hay que enseñarles desde el principio que el casco es obligatorio, Ha de ser de la talla correcta, ha de ajustarse bien y ha de contar con homologación europea. Las rodilleras y .las coderas pueden ayudarnos a protegerle de raspones en las caídas, más habituales en los primeros días de práctica. SI se desea hay guantes para proteger las manos.
2. Elegir la bicicleta adecuada
Es importante para que el aprendizaje sea lo más sencillo posible, que la bicicleta tenga el tamaño adecuado. El niño debe poder tocar el suelo con ambos pies cuando esté sentado en el sillín, ya que esto le proporcionará seguridad y estabilidad en las primeras prácticas. Hay que asegurarse de que el asiento y el manillar están bien ajustados, los frenos responden bien, la dirección está alineada, la cadena tensa y lubricada y los neumáticos cuentan con la presión correcta. "Estos aspectos evitarán accidentes innecesarios", precisa Bosch.
3. Escoger un lugar seguro y tranquilo para practicar
El lugar para efectuar las primeras prácticas debe ser amplio, seguro y sin obstáculos. Es importante que la superficie del suelo sea lisa y que no tenga pendientes, para evitar que el niño coja velocidad sin control.
4. Mostrar cómo frenar antes de pedalear
Antes de enseñar a pedalear, enseña al pequeño cómo se usan los frenos. Es fundamental recordarle que ha de hacerlo con suavidad y de forma progresiva, para que no se bloqueen las ruedas y se caiga.
5. Retirar las ruedas de apoyo
Si el niño ha utilizado bicicleta de equilibrio, puede empezar directamente sin ruedas de apoyo. Si las ha utilizado, hay que retirarlas. A continuación debemos enseñar al menor cómo colocar los pedales en posición de salida y cómo iniciar el movimiento colocando un pie en el pedal elevado y empujando con el otro desde el suelo.
6. Sujetar el sillín hasta que esté iniciada la marcha
Hasta que el niño mantenga el equilibrio por si solo es importante sujetar suavemente el sillín y correr un poco a su lado. Nunca hay que sujetar el manillar, ya que esto interfiere en la dirección. Asimismo, no debe soltarse al menor de forma brusca y hay que avisarle para que sepa que está pedaleando solo.
7. Practicar con calma
Hay que enseñar al menor cómo tiene que detenerse y bajarse de la bicicleta. Realizar estas acciones de forma repetida le ayudará a interiorizarlas y hacerlas de forma automática.
8. Introducir giros y ampliar los recorridos
Cuando el niño haya logrado pedalear solo con seguridad, podemos proponerle recorridos más largos que tengan curvas suaves. Esto fortalecerá su confianza y hará el aprendizaje más divertido. Es importante que si se cae actuemos con naturalidad, animándole a levantarse y a volver a intentarlo.
Podemos convertir el proceso en un juego, trazando circuitos en el suelo o proponiendo pequeñas metas. "El juego ayuda a que el niño aprenda sin darse cuenta y reduce su ansiedad", recuerda Bosch.
9. Educar en normas básicas de circulación
Aunque al principio el niño montará en zonas peatonales o parques, es interesante que aprenda cuanto antes normas de circulación básicas, como mirar a ambos lados antes de cruzar, respetar las señales, usar el timbre y anticipar movimientos. "Mostrarles cómo circular con responsabilidad les protegerá, tanto a ellos, como a las personas que les rodean", apunta el experto de Cleverea.
10. Valorar si contratar un seguro
No es obligatorio contar con un seguro para montar en bicicleta. No obstante, existen pólizas básicas que incluyen responsabilidad civil, posibles daños que pueda sufrir el niño y asistencia en carretera. Otros seguros más completos incluyen, incluso, el robo de la bici y los daños que esta pudiera sufrir en caso de accidente.