Si bien las relaciones cibernéticas nacieron casi al mismo tiempo que Internet, pocos podían augurar el nivel de virtualidad al que llegarían las interrelaciones humanas. Actualmente es raro pasar un día sin conectar online con otras personas a las que muchas veces ni conocemos.
Cuando parece que no puedan existir nuevas maneras de socializar a través de Internet, aparece una web, una aplicación o una red social que desmonta todas las teorías. Si para algo se ha demostrado útil la red, es para poner en contacto a personas que de otra manera jamás hubieran podido conectar. Desde reuniones y conferencias internacionales hasta relaciones de amistad, amor o sexo que se crean en pocas horas y con kilómetros de por medio. Se le podrán encontrar infinidad de inconvenientes y peligros, pero sin duda las conexiones humanas a través de Internet son un avance como pocos.
Fueron unos pocos los que vieron el potencial de la red desde el principio, como es el caso de Hombresalacarta, una página de contactos novedosa y dedicada a facilitar a los españoles ligar por Internet. Y, si bien no es la única web de citas que lleva tiempo en activo, sí es de las pocas que ya empezó a ofrecer en su momento lo que todos buscan hoy en día: encuentros casuales sin compromiso. Porque aún siendo las opciones ilimitadas, sin duda la red se muestra especialmente eficaz a la hora de encontrar relaciones esporádicas con personas compatibles. No hay más que visitar Hombresalacarta.com para comprobarlo.
Eficiencia máxima en las relaciones sociales
Pero socializar online no se reduce a conocer gente nueva y ligar por Internet. Las relaciones ya existentes también se ven beneficiadas llevando la eficiencia del tiempo invertido hasta el límite. ¿Por qué conformarse con quedar con alguien a través del ordenador si puedes quedar sobre la marcha desde un dispositivo móvil? A partir de esta premisa, cualquier minuto libre es susceptible de utilizarse para intercambiar información, quedar en una cita o tomar una decisión conjunta.
Lo más curioso de esta eficiencia en las relaciones sociales es que, lejos de dejarnos más tiempo libre, lo absorbe totalmente. Y es que, como en todo, cuando las necesidades básicas ya están cubiertas seguimos creando nuevas sin ningún esfuerzo. Ligar por Internet puede ser conocer a alguien ocasionalmente o hacer gran variedad de contactos nuevos a diario. Conocer a alguien puede ir desde el clásico «estudias o trabajas» hasta descubrir el más mínimo detalle del interlocutor. Y es que, si queda un minuto libre, ¿por qué no aprovecharlo?
Es tal la utilidad que le hemos encontrado al móvil para relacionarnos que, llegada una cita cara a cara, no son pocos los que no son capaces de desconectar. Pero la inmediatez tiene un precio, y si se desea tener una vida social online rica, mantenerla viva puede tener como coste la vida social física. Pero lo cierto es que la eficacia real de Internet en este campo pasa por aprovecharlo para mejorar las relaciones cara a cara y no todo lo contrario.
El arte de saber desconectar
Puestos en situación de haber conocido a través de la red a una o varias personas que nos gustan, con quien creemos que la relación física puede funcionar realmente bien. ¿No es lo más importante en ese caso poner los cinco sentidos en esa cita que tanto deseamos? De nada servirá haber encontrado a una persona compatible si estropeamos cada encuentro obcecados en el móvil e Internet.
Porque si bien es legítimo y habitual disfrutar con las relaciones virtuales y de la actividad en sí que es ligar por Internet, aprender a dejar la red de lado y disfrutar de la persona que tenemos delante es un arte cada día más valorado. Ser capaces de poner toda la atención e interés en la cita que estamos disfrutando puede hacer pasar el evento de mediocre a inolvidable. ¿Y quién no desea ser una cita inolvidable?
Pero no solo los ligues y las citas se ven perjudicados por la adicción generalizada a «estar online», amigos y familia también son víctimas en muchas ocasiones de las relaciones virtuales compulsivas. Así, se puede llegar a caer en el sinsentido que es perder relaciones que se estiman y se valoran por crear otras nuevas o disfrutarlas en la distancia. Al final, como en todo, hay que poner las prioridades sobre la mesa y adquirir conciencia para dominar el arte de saber desconectar.
Si bien ligar por Internet se ha convertido en una nueva forma de ocio, como cualquier hobbie debe tener un tiempo y un lugar. Porque optimizar el uso del tiempo y las relaciones personales pasa por hacer contactos online en cualquier momento y desde cualquier lugar, pero también pasa por saber disfrutar al máximo los frutos obtenidos de esa actividad.