La cirugía robótica ha supuesto una auténtica revolución dentro de los quirófanos. Se trata de una técnica mínimamente invasiva, precisa y eficaz, por lo que cada vez son más las especialidades que apuestan por ella: es un importante aliado a la hora de combatir, por ejemplo. la incontinencia urinaria, la obesidad o el cáncer de recto, entre otros. Los cirujanos se introducen en el cuerpo del paciente manejando una consola conectada a un brazo robotizado que ejecuta con maestría las instrucciones, puede realizar giros de 360 grados, permite observar zonas de difícil acceso y amplia la imagen, entre otras cosas.

La cirugía robótica ha supuesto una auténtica revolución dentro de los quirófanos. Se trata de una técnica mínimamente invasiva, precisa y eficaz, por lo que cada vez son más las especialidades que apuestan por ella: es un importante aliado a la hora de combatir, por ejemplo. la incontinencia urinaria, la obesidad o el cáncer de recto, entre otros. Los cirujanos introducen en el cuerpo del paciente los instrumentos quirúrgicos unidos a unos brazos robotizados conectados a una consola desde la que el cirujano realiza todos los movimientos que una mano puede realizar sin temblor, con una visión en tres dimensiones y aumentada, lo que permite intervenir con precisión en zonas de difícil acceso.

Es el caso del Hospital Universitario Rey Juan Carlos (Móstoles), integrado en la red sanitaria pública madrileña, que lleva diez años aplicando la cirugía robótica en diferentes servicios. El programa se inició con el robot Da Vinci, uno de los más sofisticados del mercado, que fue sustituido en 2018 por el último modelo de esta plataforma quirúrgica, el sistema Xi, de cuarta generación, que ofrece mayor precisión y mejores resultados en las intervenciones. Desde que se puso en marcha la cirugía robótica se han practicado 1.850 intervenciones robotizadas, creciendo de forma sostenida cada año.

Cirugía de precisión para combatir el cáncer

La cirugía robótica es especialmente eficaz para combatir determinados tumores. Tras ser los primeros en realizar cirugía robótica torácica en Madrid y operar los primeros casos de tumores de mediastino y timectomías en 2014, otro de los hitos a los que se ha enfrentado en estos años el Hospital Rey Juan Carlos es hacer por primera vez en un hospital de la red pública sanitaria de la Comunidad de Madrid una lobectomía pulmonar robotizada. Fue en 2016 y revolucionó la cirugía torácica. Los responsables de la intervención fueron los doctores Ignacio Muguruza y Pablo Fernández, quienes destacaron que el robot Da Vinci les permitía "una mejor visión y precisión de los movimientos". Para ellos era una seria alternativa a la cirugía toracoscópica tradicional, que es el estándar que se aplica en la mayoría de los centros.

Superada la prueba, el nuevo reto fue aplicar esta vanguardista técnica en otras patologías y formar a más especialistas. En 2019, el Servicio de Urología del Hospital realizó la primera cistectomía radical con derivación urinaria intracorpórea, una de las cirugías más complejas de su especialidad y que ha incorporado ya a su cartera de servicios. Se trata de un procedimiento seguro que reduce los posibles daños y cuyos resultados oncológicos son comparables a los obtenidos con una cistectomía abierta, según nos explica el Dr. Miguel Sánchez Encinas, jefe del Servicio de Urología del hospital. 

La tecnología robótica permite manipular el intestino desde el interior, sin sacarlo fuera de la pared del abdomen por lo que ese reduce la exposición al frío, evitando la frecuente parálisis de las cirugías abiertas del abdomen y favoreciendo la recuperación de la movilidad. Los pacientes presentan una menor tasa de complicaciones y de anemia postoperatoria, disminuye el dolor posoperatorio y, en determinados casos, permite realizar una correcta preservación de los haces neurovasculares pudendos (nervios de la erección) en el paciente varón.

En el caso de las mujeres, se puede extraer el tumor con una pequeña incisión en la vagina, mientras que en los hombres se hace igualmente por el abdomen, pero con un corte mucho más pequeño que en la cirugía tradicional. "Estos pacientes, oncológicos están debilitados y la cicatrización de sus tejidos es mucho peor. Tras una cirugía abierta, en la que la incisión abarca medio abdomen, muchos de ellos pueden acaban eviscerando, esto es que se les abra la herida quirúrgica, o puede darse una dehiscencia, que es una separación de los bordes de una herida y que, a veces, requiere incluso de reintervenciones en el postoperatorio", argumenta el Dr. Sánchez Encinas para subrayar la importancia de esta técnica en los pacientes oncológicos.

El Servicio de Urología del hospital mostoleño es también pionero en implantar esfínteres femeninos artificiales mediante cirugía robótica, un procedimiento que mejora considerablemente la calidad de vida de las pacientes que sufren incontinencia urinaria, una patología que afecta a una de cada cuatro mujeres (50% al llegar a la edad geriátrica). La primera intervención mediante esta técnica se realizó en septiembre de 2018 y hasta el momento se ha aplicado a 14 mujeres con disfunción del esfínter debido a enfermedades neurológicas o con incontinencia urinaria refractaria. 

"Contar con un robot Da Vinci, la experiencia de saber manejarlo en los diferentes campos quirúrgicos y la iniciativa que nos caracteriza hace que nos ‘abra la mente’ para abordar otras técnicas mínimamente invasivas que pueden ser beneficiosas para los pacientes", subraya el Dr. Sánchez Encinas, cuya prioridad es seguir avanzando e incorporar a su cartera de servicios las técnicas más punteras. Junto los dos procedimientos citados, su servicio ha incorporado en los últimos tiempos la liberación del nervio pudendo, una neuropatía pélvica crónica que, además de producir dolor, puede provocar disfunción miccional, defecatoria o sexual.

Aplicación en Ginecología y Otorrinolaringología

La cirugía robotizada se aplica de forma habitual en el Servicio de Ginecología para luchar contra diferentes cuadros clínicos como carcinomas de endometrio, cáncer de cérvix o de ovario en estadio precoz, colposacropexias, miomectomías, endometriosis e histerectomías por útero miomatoso y metropático. Como en los anteriores casos, las complicaciones postquirúrgicas son muy escasas, casi inexistentes. En este sentido, la introducción de la biopsia selectiva del ganglio centinela en cáncer de endometrio y cérvix mediante el uso del colorante verde de indocianina evita las linfadenectomías pélvicas y paraaórticas en un número importante de pacientes, con la consiguiente reducción en las complicaciones y tiempo quirúrgico. "La cirugía robótica reduce el tiempo quirúrgico frente a la laparoscópica y a la abierta, y asegura un menor sangrado intraquirúrgico", indica la Dra. Charo Noguero, jefa de este servicio en el Rey Juan Carlos, añadiendo como beneficios del sistema el alta precoz tras la intervención, una recuperación más rápida y un menor dolor postoperatorio, gracias a la precisión que ofrece el equipo en la disección de las estructuras anatómicas.

Además de los servicios mencionados, la cirugía robotizada supone importantes avances en el campo de la Otorrinolaringología. El Hospital Rey Juan Carlos es uno de los pocos centros de España y el único de toda la Comunidad de Madrid que ofrece este tipo de tratamiento para combatir el cáncer de orofaringe, un tipo de tumores que va en aumento debido a la incidencia del virus del papiloma humano. También se utiliza para tratar a pacientes con síndrome de apnea del sueño (SAHS, síndrome de apnea-hipopnea del sueño).