Castilla y León también puede presumir de tener una gran Semana Santa, donde las procesiones cuentan con las tallas más valoradas del país. La solemnidad es una característica inconfundible de la celebración castellana.

Valladolid celebra su día grande el Viernes Santo, con actos tan importantes como el Sermón de las Siete Palabras, momento en el que los cofrades recorren la ciudad a caballo.

La procesión de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente, portando un Cristo del siglo XVII es uno de los símbolos de la Semana Santa zamorana que cuenta con un gran número de devotos.

En León y con su imponente Catedral como testigo se puede disfrutar de la Solemne y oficial Procesión del Santo Entierro.

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El Sábado Santo en Palencia gira en torno a la Procesión del Dolor organizada por la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz de Palencia.

Burgos vive uno de los momentos más intensos durante el Jueves Santo con la procesión del Santo Encuentro, donde las tallas de la Virgen y de Cristo portando la cruz se juntan.

El viernes santo, a mediodía, las calles de Soria se llenan para ver procesionar a la Hermandad de "Las siete palabras de Jesús en la cruz", que portan las tallas de La exaltación de la Cruz, así como El Calvario de los florines.

Segovia, la ciudad famosa por su acueducto, también lo es por sus procesiones. El Viernes Santo, la Cofradía del Santo Cristo de San Marcos, con sus nazarenos vestidos de morado procesionan acompañados por los tambores.

El Jueves Santo toda la ciudad de Ávila, se llena para disfrutar de la procesión que porta los pasos de la Santa Vera Cruz y del Santísimo Cristo de los Ajusticiados.

La eterna ciudad de Salamanca vive uno de sus momentos más especiales del año en Semana Santa, concretamente en Viernes Santo, día en el que se puede apreciar la talla del siglo XVII del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.