La apertura de la catedral de Notre Dame el pasado sábado, cinco años y siete meses después de su devastador incendio, fue uno de los eventos destacados del año en Europa. Más de 1.500 personas, incluidos líderes y representantes de todo el mundo, se dieron cita en París para asistir a la reinauguración de uno de los emblemas del viejo continente. Entre la comentada lista de invitados al acto destacó la presencia del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el príncipe Guillermo de Gales o el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski, pero también la ausencia de nombres como el Papa Francisco o algún representante de España.

En París no hubo ninguna figura política de nuestro país, ni del Gobierno ni de la Casa Real. Este hecho no pasó desapercibido para el Partido Popular, que desaprovechó la oportunidad para cargar contra el Ejecutivo. Una de las más críticas ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien abrió la veda para otros, como su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, o el portavoz del partido, Borja Sémper. La líder madrileña calificó la ausencia de representación española en Notre Dame como una "enorme decepción y pena", y aprovechó el tema para salir por la tangente y criticar al Ejecutivo por "aislar a nuestro país a reconocer la verdad: las raíces cristianas de Europa".

Ayuso, a pesar de que se trate de un evento en el que hubo representantes de toda variedad de países, y al que el Papa Francisco tampoco pudo asistir, aprovecha la ocasión para señalar, al igual que sus compañeros de partido, a Ernest Urtasun. El ministro de Cultura era el cargo que debía acudir en representación del Gobierno, pero desde su departamento confirman que no pudo por motivos personales, según la Cadena SER. Cabe destacar también que Felipe VI y la reina Letizia, pese a haber sido invitados, no pudieron asistir a París por cuestiones de agenda. Nada de esto parece importar al PP, quienes critican la ausencia de la delegación española señalando hacia Moncloa, sin mencionar a la Casa Real en ningún momento.

La agenda de la Casa Real omitida por Ayuso en su crítica

Desde Zarzuela han calificado de "imposible" la presencia de Sus Majestades en el acto de Notre Dame, debido a una "agenda muy apretada". Según El Confidencial, la invitación del gobierno francés llegó a la Casa Real hace solo dos semanas, hecho que impidió que Felipe VI pudiera alterar sus planes, que incluían una visita a Segovia para los actos del 550 aniversario de la proclamación de Isabel la Católica. Junto a Letizia, estuvo también presente este lunes en la misa funeral en memoria de las víctimas de la DANA, en Valencia. Durante el fin de semana, el rey ha estado preparando su próxima visita de Estado a Roma, que comenzó este lunes y durará hasta el miércoles. Tras esto, el monarca irá directamente a Santander, donde presidirá la Conferencia de Presidentes, donde Pedro Sánchez y los líderes de todos los Ejecutivos autonómicos debatirán cuestiones como la modificación de la Ley de Extranjería.

La Casa Real también menciona al citado medio una de las presencias más incómodas del acto en Notre Dame: la de Donald Trump. El presidente electo de Estados Unidos se codeó en París con la aún primera dama del país, Jill Biden, en una demostración de fuerza tras la victoria que añadió un componente político y diplomático a un acto, a priori, cultural. Zarzuela considera que la presencia de Trump "ha cambiado los parámetros del acto en París", y que el expresidente estadounidense "confirmó su asistencia con poca antelación".

A pesar de esto, desde el PP esgrimen argumentos que involucran la religión y una insinuación de que el Gobierno la ataca, vertida por la presidenta del Ejecutivo madrileño. Ernest Urtasun dio una rueda de prensa este lunes, en la que evitó el tema de su ausencia en Notre Dame. Desde Moncloa quieren restar importancia a la ausencia de representación española en el acto, y desde el propio ministerio de Cultura achacan la ausencia del portavoz de Sumar en París a "motivos personales" de índole familiar.